martes, octubre 24, 2006

El mañana ya está aquí... Un recorrido por las nuevas tendencias en la ciencia ficción

Nos empeñamos en no ver que el futuro tantas veces anunciado está a la vuelta de la esquina. El cine de comienzos del siglo XXI sabe rentabilizar nuestros miedos y peores augurios.

Sólo hay que echar un vistazo a recientes estrenos como Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón, y A Scanner Darkly, de Richard Linklater, basada en una novela del visionario Philip K. Dick

Nos marchamos al pasado para ver nuestro presente: vamos hasta 1982, año de estreno de Blade Runner, un clásico en el que Ridley Scott adaptaba ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968), relato también de Dick, inspirador al tiempo de películas como Desafío total, Minority report y Paycheck. Harrisson Ford hacía frente a una conspiración de autómatas revelados ante su condición de esclavos. Los replicantes no fueron los únicos con sentimientos ya que dos décadas más tarde Steven Spielberg dibujó su futuro particular en A.I. Inteligencia artificial y, con muchas dosis de acción, Will Smith correteó delante y detrás de maquinitas asesinas en Yo, robot.

La cuestión existencial mecanizada cedió ante los avances en el campo de la manipulación genética y la pérdida de derechos en función de nuestro ADN. A mediados de los 90 Gattaca nos dio un preaviso acerca de la búsqueda de la perfección humana, con Ethan Hawke, Uma Thurman y Jude Law controlando sus sentimientos para no dar que hablar. Una década más tarde, el siempre recomendable Michael Winterbottom (24 hours party people, En este mundo), respondió con Código 46, fábula trasnacional sobre inmigrantes, papeles y amores prohibidos por culpa de los genes.

Sobre los miedos que se propagan desde los mentideros políticos y el abuso de poder se puede establecer una categoría donde entran títulos míticos como 1984 y Fahrenheit 451 –apoyado en la desaparición de los libros- y V de Vendetta, con Natalie Portman. El género está lejos de apocalípticas visiones de un planeta destrozado por meteoritos (Armageddon, Deep impact) y las consecuencias del cambio climático (El día de mañana). Corremos más riesgo si no controlamos la mano del hombre, responsable de la propagación de virus como el que deja un rastro de infectados en Gran Bretaña tan sólo 28 días después de cometer un error. Un ejercicio, el de Danny Boyle, que parece inspirado en una cinta de serie B titulada La noche del cometa, acerca del paso fugaz de un astro que convertía a los seres humanos en polvo o en zombis sedientos de sangre limpia.

La trinidad mexicana formada por Del Toro, González-Iñárritu y Cuarón, ha hecho de 2006 una buena añada. Dejamos al primero como renovador del apartado fantástico con la excelente El laberinto del fauno y adelantamos que el director de Amores perros y 21 gramos traza en Babel un mundo dividido por las fronteras y las diferencias económicas. Es el día de hoy, donde se acentúan los miedos y las inseguridades. Todo ello presentado a través de la óptica de un cineasta complejo.

El tercero en discordia nos ha legado Hijos de los hombres, que condensa todo lo que queremos contar en estos párrafos. El mundo cambia a un ritmo que da vértigo y claro, influye en las formas de expresión, en el caso del cine, sugiriendo nuevos conceptos de ciencia ficción. Por lo general son películas necesarias que te quitan la venda de los ojos y avisan de que, como no paremos el rumbo del mundo, la fantasía futurista se convertirá en película histórica.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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