viernes, marzo 23, 2007

Noche abierta

Medio centenar de escenarios públicos, privados, callejeros y cibernéticos, ofrecerán un interesante menú de danza y teatro el jueves 29 con motivo de La Noche de los Teatros.

Con la participación de 140 compañías y cerca de 500 intérpretes, esta jornada atípica repite el patrón de otra iniciativa cultural, La Noche de los Libros, que se celebró el años pasado en Madrid con una buena respuestas del público, en aquel caso lector.

Este tributo a las artes vivas sin precedentes ha conseguido reunir 80 propuestas diferentes tres días después de celebrar el Día Internacional del Teatro y recorrer el Madrid de Max Estrella. Coja lápiz y papel y prepare su particular vía crucis por escenarios y centros culturales de Madrid desde las 17.00, momento en que Josep María Pou ofrecerá en la RESAD el pregón de apertura a 8 horas de escena ininterrumpida.

La lista de actividades es sustanciosa, aquí van sólo algunas: una conferencia magistral de Calixto Bieito; conversaciones entre directores, Helena Pimenta y Roberto Cerdá, y coreógrafas, Eva Yerbabuena y Mónica Valenciano; charlas con los actores después de las funciones habituales y propuestas curiosas, como el combate en el que seis compañías de teatro emergente se verán cara a cara.

El público, testigo y jurado, tiene la última palabra en el inusual cuadrilátero instalado a partir de las 22.30 en el Salón de Baile Círculo de Bellas Artes, que además convierte su restaurante La Pecera en un café-teatro en el que las compañías Sexpeare, Ron Lalá y Radio Rara tienen manga ancha para sorprender a los espectador que no hayan optado por acudir al Catch de improvisación a cargo de Impromadrid, que se celebrará también a partir de las 23.00 en el Teatro Albéniz.

Éstas son las guindas de una velada con y por la escena que comienza a la caída de la tarde en diferentes puntos, por ejemplo, en las tres plazas de la capital convertidas en escenarios del Festival de calle. El frontal del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía será testigo de una cita única con la creación contemporánea más experimental en un nuevo formato: cápsulas de teatro, acción comprimida en tres contenedores industriales, cada uno de ellos dispuestos para acoger a 20 espectadores y un intérprete.

Este espacio insólito es el nexo de unión de 7 compañías que ofrecerán teatro a la cara y a la carta: piezas de 20 minutos escenificadas en 4 ocasiones. Otras dos plazas, las de Chueca y Vázquez de Mella, se abren a la mezcolanza entre danza y teatro. De una a otra se distribuye un circuito para público caminante con 6 espectáculos. Propuestas urbanas, muy callejeras, pero también caseras, de las que seremos testigos a través de un ordenador y una buena conexión a Internet: concursos de monólogos, charlas con actores y un juego de preguntas, todo en la página web de la Comunidad de Madrid.

Los principales recintos escénicos son el corazón de La Noche de los Teatros y celebrarán con sus espectadores esta fiesta. 45 recintos levantarán el telón después de que el público haya sido recibido en el con música clásica o jazz. Tras las representaciones los actores conversarán con el público y todos juntos brindarán por el gran homenajeado de la jornada: el Teatro.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

¡Ese rostro me suena!

Camino de convertirse en habituales en los repartos, algunos han demostrado su impronta con sólo una película a sus espaldas... ¿Les quieres conocer?

Silvia Abascal, Pilar López de Ayala, Mariano Alameda, Elena Ballesteros, Félix Gómez, Marta Etura, Verónica Sánchez... Todos ellos han pasado a un curso superior: ya son los mayores del colegio.

Despojados de la etiqueta de eterna promesa, han dejado paso a una nueva hornada de actores que llega pegando fuerte, entre ellos Myriam Gallego (Concursante), Merçè Llorens (Camarón, GAL), Quím Gutiérrez (AzulOscuroCasiNegro, Sin ti), Raúl Arévalo (¿Porqué se frotan las patitas?), Diana Palazón (Mía Sarah) y Marta Larralde (León y Olvido, Días azules).

Ellos integran el buen montón de jóvenes intérpretes que buscan su confirmación después de una o dos películas. Quizás la delegada de clase sería Verónica Echegui. Descubierta por Bigas Luna en Yo soy la Juani, Antonio Hernández le confió el tercer vértice del triángulo formado por Carmen Maura y Roberto Álvarez en El menor de los males.

La temporada deja en buena posición para conseguir nota a Alberto Amarilla, que después de aparecer de cameos en Mar adentro y Princesas, se adentró en El camino de los ingleses, por el que nos guió el también televisivo Fran Perea y en el que han destacado Marta Nieto y María Ruiz, fichada por la directora Niki Caro (Whale Rider, North Country) para su nuevo proyecto.

A algunos les hemos visto crecer en la pantalla, como es el caso de Juan José Ballesta y María Valverde, los adelantados de curso. El joven que en su día fue el chaval de El bola y la chica que volvió loco a Luis Tosar en La flaqueza del bolchevique demuestran en Ladrones que lo suyo no fue flor de un día. Son intérpretes solventes y profesionales que ya se han revelado y también rebelado: él ya empieza a cansarse de que le den papeles de chicos conflictivos (7 vírgenes) y prefiere otros de 'niño bueno' (Cabeza de perro); a ella, por su parte, no le gusta que la cataloguen como eterna Lolita (Melissa P.).

Del teatro provienen Asier Etxeandía (Cabaret, El sueño de una noche de verano) y Marta Belenguer (A veces maburro, Terapias) que entran en el grupo no por la edad, ya que pasan la treintena, sino porque todavía no se prodigan demasiado en cine, aunque poco les falta. La actriz, que cada noche se acerca hasta Camera Café, le debe a Antonio Hernández su salto al cine con Oculto y El menor de los males; mientras el actor vizcaíno acumula trabajos a las órdenes de dos de los grandes, Fernando Colomo (El próximo Oriente) y Emilio Martínez Lázaro (Las trece rosas), además de dos exclusivos para el público adolescente: El lunes puede esperar y Café solo o con ellas.

'Tú cara me suena'. Eso mismo le dijeron a Cuca Escribano antes de saltar a la pantalla grande con Poniente y acumular protagonistas: Los aires difíciles, El camino de los ingleses y Atlas de geografía humana, y a Diego Martín, que después de llamar la atención en la televisiva Aquí no hay quien viva, suma y sigue en cine: Los Borgia, Días de cine, Manolete y tres roles principales en Mataharis, Un buen día lo tiene cualquiera y Los justos, las tres pendientes de estreno.

Y ojo que a clase han llegado dos nuevos que, en lugar de ponerse en la última fila y adoptar una actitud tímida, se han hecho notar con sólo una película. Es el caso de Gala Évora y Alfonso Begara, debutantes con Lola, la película y papeles de peso: la primera dando vida a La Faraona y el segundo como El Pescaílla. Casi nada.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Málaga, ¿cantera o reflejo del cine español?

Dejó atrás lo de escaparate para convertirse en trampolín para nuevas y, sólo a veces, interesantes miradas. Así es este festival que sigue siendo un caramelo para la industria.

¿Glamour? Contado con los dedos de la mano, aunque más de uno se preguntará si en nuestro país existe algo parecido al 'star-system' de Hollywood. Si lo hay, ahí están Victoria Abril, Antonio Banderas y Carmen Maura, última galardonada con el Premio Málaga y obligada a pasearse por la alfombra roja de entrada al Teatro Cervantes, aunque no por la calle Larios para desgracia de los caza-autógrafos, perdón, admiradores.

El festival ha tenido tiempo para consolidarse y replantearse si consigue ser fiel reflejo de lo que se cocina hoy día. No se puede tener un festival de cine español sin contar con los grandes directores patrios: el día que participe Carlos Saura, Julio Medem, Icíar Bollaín, Alejandro Amenábar... o Pedro Almodóvar –eso sería pedir demasiado-, lucharemos por hacer cambiar de opinión a los que piensan que esta cita está muy lejos de Gijón, Valladolid y, por supuesto, San Sebastián.

Mientras tanto nos quedamos con la idea de que Málaga es el lugar al que van a probar suerte las óperas primas, algunas de calidad, a juzgar por las que se han repartido el palmarés: Pudor, de David y Tristán Ulloa, Concursante, de Rodrigo Cortés, Ladrones, de Jaime Marqués, y Bajo las estrellas, de Félix Viscarret. Hace 10 años comenzó la andadura de este certamen. Aquella edición de 1997 presentó a Miguel Albaladejo, que llevaba bajo el brazo La primera noche de mi vida.

Muchos paralelismos se establecen con el triunfo de Bajo las estrellas, respaldada por Fernando Trueba y después de ver cómo se alzaban con la Biznaga de Oro otras primeras obras, como Sexo por compasión, Torremolinos 73, Tapas y AzulOscuroCasiNegro. Como apunte curioso, Daniel Sánchez-Arévalo, ganador de casi todos los premios del año pasado y 3 premios Goya, deslumbró con su regreso al corto con Traumatología.

Capítulo aparte merece el tema de propuestas arriesgadas: las que se presentan en la sección alternativa ZonaZine no lo son, a no ser que confundamos riesgo con pésima calidad. Podemos destacar Yo, de Rafa Cortés, una apuesta sui generis del estilo de La isla del holandés, con la que hace unos años se presentó como director Sigfrid Monleón, y Smoking room, otra ganadora de este certamen.

Visto como pasarela de actores, muchos de teleseries -¿sabía que el patrocinador es Antena 3?-, son ellos los que más disfrutan con el festival, sobre todo el último día, cuando destacan los cuatro premiados por encima del resto y en esta ocasión fueron Alberto San Juan (Bajo las estrellas), Elvira Mínguez (Pudor), Nancho Novo (Tuya siempre) y Verónica Echegui (El menor de los males).

Quizás nos llevemos una impresión pobre del cine español a juzgar por lo mejor del festival, las primeras películas, y el relleno de la sección oficial, segundas películas a excepción de Antonio Hernández y la divertida El menos de los males. Quédese tranquilo: por ahora, y aunque a más de uno le duela, Málaga no es ese gran escaparate que quiso ser, sino el liviano muestrario con el que se presenta en casa el vendedor a domicilio.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

viernes, marzo 09, 2007

Amelia Ochandiano acierta con La casa de Bernarda Alba

Una nueva lectura, el mismo texto. Tras un año de gira recala en Madrid el último y más esperado montaje sobre uno de los puntales dramáticos de Federico García Lorca.

El 19 de junio de 1936 terminó de escribir lo que acabaría siendo bastión de nuestro teatro tan sólo tres meses antes de ser asesinado en el granadino Barranco de Víznar. El que llegó a presagiar su pronta muerte ("mi corazón reposa junto a la fuente fría") apenas tuvo tiempo de verla en escena.

"A él le hubiera gustado esta versión", aseguraba María Galiana unas horas antes de "estrenar" en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, donde permanecerá hasta el día 25 de marzo. La sevillana es una de las 10 actrices que personifican la palabra de Lorca en esta producción de Teatro de la Danza, compañía referente en los últimos 25 años de la escena española y responsable de éxitos como El verdugo, La gaviota y Las bicicletas son para el verano. Galiana no ha tenido que enfrentarse a su "primera vez": hace 15 años dio vida a La Poncia en el Centro Andaluz de Teatro, por lo que resultaba cómoda su vuelta a los escenarios con un personaje "maravillosamente contradictorio".

El de ella es un bombón, confiesa Amelia Ochandiano para quien este montaje se mueve entre los parámetros de la sencillez, el simbolismo y la contemporaneidad. Es una nueva lectura, que no revisión, de un clásico de estudio obligado para la mitad de los estudiantes de Secundaria y, por tanto, bastante conocido por las dos últimas generaciones. Pero el teatro es prosa para ser representada y no crean que este "drama de mujeres en los pueblos de España" sube a las tablas con tanta frecuencia como debiera, siendo una obra de repertorio.

Hay cientos de tesis acerca de la sensibilidad femenina del autor: la manera en que retrata el anhelo de la maternidad en Yerma; el deseo y los celos en Bodas de sangre; la dominación, la opresión y la falta de libertad de la mujer en La casa... Tanto interés por destacar el lado femenino ha dado lugar a etiquetas que han hecho mucho daño al texto, una de ellas, la de "teatro de mujeres". Nadie duda de que lo es, asegura Mónica Cano, pero no debemos acotar una obra maestra que se acerca a los conflictos eternos y universales desde la cercanía de lo cotidiano.

Lo que más interesa de la acción es lo que se esconde en la prisión interior de cada una de ellas, lo que ocurre dentro de los muros de esa casa en un pueblo sin río donde todo el mundo bebe el agua con temor de morir envenenado. Destaca Ruth Gabriel, otra de las actrices, que el drama no se presenta en bloque, ahondando en cada una de las hijas de esta mujer autoritaria de manera diferenciada. Durante los ensayos jugaron a las rebeliones, a buscar paralelismos con una sociedad dominada por una dictadura, en la que todos sus individuos tienen un frente común, acabar con ella, aunque con armas distintas.

Esta Bernarda sencilla y sin adornos no pretende revolucionar. La pieza tiene para la directora una excelente carpintería teatral: todos los personajes evolucionan y se expresan con un lenguaje inusual, dramático y poético. No ha sentido la necesidad de añadir nada al texto que pudiera deformar el mensaje. Sólo quería disfrutarlo y que nosotros lo hiciéramos con ella y sus diez mujeres, las de Lorca.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

viernes, marzo 02, 2007

Avanzamos... Teresa, el cuerpo de Cristo

Ray Loriga vuelve a la dirección con una revisión de la vida y milagros de Teresa de Cepeda y Ahumada, con rostro y voz de Paz Vega.

La hija del hidalgo castellano pasaría a los libros por no limitarse a ser esposa y madre, sino por querer escribir, leer, aprender. Por eso y porque a esta mujer llena de matices una fuerza superior le marcó el camino a seguir.

La santa de Ávila llega al cine con una óptica distinta a la visión propuesta por los historiadores y muy alejada de la imagen de estampita religiosa, así que futuros espectadores, prepárense: el largometraje dará que hablar y no sólo por el atrevido cartel que lo promociona. Si hubo polémica en el siglo XVI seguramente pueda haberla ahora, es lo que asegura el director, que ha esperado una década para afrontar su segunda cinta, ambientada con la música de Ángel Illarramendi (Cuando vuelvas a mi lado), fotografía de José Luis Alcaine (Volver) y un reparto encabezado por Leonor Watling, Geraldine Chaplin, Eusebio Poncela, José Luis Gómez, Manuel Morón y Álvaro de Luna.

Ray Loriga se estrenó como director en 1997 con La pistola de mi hermano y para muchos desapareció. Esto no es del todo cierto, ya que el escritor y pareja de Christina Rosenvinge, también beligerante en términos culturales, colaboró como guionista con Pedro Almodóvar (Carne trémula), Carlos Saura (El 7º día) y Daniel Calparsoro (Ausentes), además de jugar un papel determinante a la hora de que Viggo Mortensen acatase las órdenes de Agustín Díaz Yanes en Alatriste.

Con permiso del productor Andrés Vicente Gómez, Loriga es el responsable de que la otrora escotada Paz Vega se haga al hábito y entre en trance. Ella, que fue Carmen y se entregó a Tristán Ulloa en Lucía y el sexo, que ha participado en las tramas de Los Borgia y busca su sitito en Hollywood, primero con Spanglish y ahora junto a Morgan Freeman en 10 times or less, se marcha al siglo XVI para dar vida a una mujer que se rebela contra el destino impuesto.

Fuerte carácter, compleja, seguidora de San Agustín, rebelde... Teresa inició una carrera marcada por el sacrificio y la oración. Todo está reflejado en esta coproducción entre España, Gran Bretaña y Francia que ha contado con un presupuesto de 8 millones de euros. Rodada en tierras extremeñas y portuguesas, la película nos acerca un personaje del que muchos sabemos sólo pinceladas, las suficientes para decir que fundó su propia orden religiosa y acabó siendo santa.

No es la primera vez que Santa Teresa de Jesús llega a la pantalla. La mística ibérica llegó a la televisión gracias a varios proyectos televisivos, como el dirigido por Josefina Molina e interpretado por Concha Velasco y uno anterior con Berta Riaza como protagonista. Paz Vega se presenta con los mismos ropajes pero con un punto de sensualidad e irreverencia que levantará ampollas.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Avanzamos... El buen pastor

Después de dirigir Una historia del Bronx y Un golpe maestro, Robert De Niro se enfrentó a un proyecto que puede convertirse en la primera entrega de una trilogía.

La rivalidad entre los Estados Unidos y la extinta Unión Soviética durante décadas ha dado cientos, miles de películas.

De Niro reconoce que la Guerra Fría le fascinó desde que era niño en la ciudad de Nueva York y que aún hoy, tanto la tensión entre las dos potencias mundiales como los entresijos de la CIA, le plantean numerosos interrogantes, sobre todo después de los acontecimientos del 11-S.

A muchas de estas cuestiones pretende dar respuesta con esta cinta sobre los orígenes de la CIA, en la que Matt Damon se convierte en un espía después de demostrar que su máxima aspiración en la vida consiste en proteger la integridad de su país hasta el punto de acabar siendo uno de los pilares de la organización. Constituye un thriller de género, pero detrás de tan buenas y cinematográficas intenciones se atisba cierto acento crítico del actor y director que durante una década intentó levantar esta película.

De Niro ha confiado los principales roles de El buen pastor en Angelina Jolie, William Hurt, John Turturro, Joe Pesci, Timothy Hutton, Chazz Palminteri, Jason Patric y Alec Baldwin, y a pesar de que sólo quería estar detrás de la cámara, al final accedió a formar parte del reparto de esta historia, que tiene un extenso metraje: 165 minutos de duración, que van desde la II Guerra Mundial hasta los hechos en Bahía de Cochinos.

El protagonista de títulos míticos como Taxi Driver, Toro salvaje y La misión se ha sentido tan ilusionado con el proyecto que sólo anuncia su interés de rodar una segunda parte, desde la construcción del muro de Berlín hasta el día en que es derribado, y una tercera, a modo de epílogo, desde 1989 hasta nuestra época actual.

El debut como director nacido en el barrio neoyorquino de 'Hell's kitchen' se produjo en 1993, con Una historia del Bronx. Ocho años después rodó Un golpe maestro. El buen pastor es, de las tres, la que tiene una mayor carga política y a todos los que apuntan a que la cinta es un ataque contra la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, De Niro contesta que no pretende criticar, sino mostrar los hechos de la forma más directa y honesta que puede, como hijo de la Guerra Fría que es.

Texto escrito por
Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

De la serie al largo: el paso de la tele al cine

Crónica de éxitos y fracasos de adaptaciones a la pantalla grande de series de televisión muy populares.

La televisión ha inspirado el argumento de muchos largometrajes de manera directa o no: el mundo de los platós, las redacciones de informativos, los corresponsales de guerra e incluso los hombres del tiempo. También son muchas las versiones calcadas de relatos nacidos para su emisión televisiva.

Una buena carrera televisiva no es garantía de la conquista cinematográfica, aunque los productores más avispados vieron en los clásicos de los 60 excelentes oportunidades de negocio. Una lástima que los que crecieron con Los vengadores, El santo, Embrujada, La tribu de los Brady, Perdidos en el espacio y más recientemente Expediente X no fueran en masa a las salas. Más tirón tuvieron las versiones de Misión: imposible, El fugitivo, las parodias de Superagente 86 y Los ángeles de Charlie.

Hay productos 100% televisivos que nacieron como largometrajes, caso de V y Star Trek, aunque lo más común es el paso inverso, sobre todo en el terreno de la animación y el cine infantil, donde existen tantos aciertos como chascos, valoren ustedes: Las supernenas, Scooby-Doo, Pokemon, Doraemon, Los Picapiedra, etc.

Con el reclamo de ‘más grande, más largo y sin cortes’, South Park se estrenó en pantalla grande tan sólo dos temporadas después de su nacimiento como serie televisiva. Los Simpson, la primera producción de animación irreverente de Estados Unidos, llegó a nuestro país hace 16 años, cuando TVE la estrenó en horario nocturno por su contenido polémico. La familia más famosa de Springfield salta al cine de manos de David Silverman, director de algunos episodios. Veremos en qué queda todo a finales de julio.

En nuestro país no hay casos de series de ficción que se estrenan a lo grande, pero sí de programas de telerrealidad. Resultan anecdóticos los casos de El gran marciano, broma con cámara que rodó Antonio Hernández (En la ciudad sin límite, Los Borgia) con los participantes de la primera edición de Gran Hermano y OT: la película, ya sabemos sobre qué.

El año pasado vimos a Collin Farell y Jaime Foxx en Corrupción en Miami, muchos espectadores se sintieron defraudados con la adaptación realizada por Michael Mann. Por ahora nos quedamos con las promesas de otras series que llegarán, como Dallas, con John Travolta como principal fichaje, Perdidos, la serie revelación de 2005, y Los Fraggle, la mítica serie de marionetas surgida del imaginario de Jim Henson.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

El regreso de los veteranos

Los cineastas de siempre ultiman sus títulos: Saura por partida doble y Gonzalo Suárez nos monta en su Oviedo Express que llega hasta Asturias, donde Garci ha rodado Luz de domingo.

Este año desembarcarán en la cartelera las últimas creaciones de la legión de cineastas más activos de nuestro cine. Veremos Siete mesas (de billar francés), de Gracia Querejeta, La carta esférica, de Imanol Uribe, Mataharis, de Icíar Bollaín, Trece rosas, de Emilio Martínez Lázaro, y Caótica Ana, de Julio Medem. Son sólo algunos de los estrenos más esperados, pero... ¿qué ocurre con los otros directores, los más veteranos?

En 2006 vimos las nuevas obras de cineastas como Vicente Aranda (Tirante el Blanco), José Luis Cuerda (La educación de las hadas) y Bigas Luna (Yo soy la Juani), metidos de ellos en la preparación de nuevos proyectos. Ventura Pons es uno de los que acaban de estrenar (La vida abismal) y ya ultima el guión y el reparto de su adaptación de la obra teatral Barcelona, mapa de sombras, que contará entre otros con Nuria Espert, Rosa María Sardà y Josep María Pou.

Gonzalo Suárez ha contado en Oviedo Express con Carmelo Gómez, Aitana Sánchez-Gijón, Maribel Verdú, Bárbara Goenaga, Alberto Jiménez, Jorge Sanz, Nawja Nimri... Son los actores que llegan a la capital asturiana para representar La Regenta. Este ejercicio de teatro dentro del cine se ha rodado al tiempo que José Luis Garci ponía a funcionar el motor de su cámara también en Asturias. Su nueva película, Luz de domingo, retrata la España caciquil de comienzos del siglo XX con ayuda de Alfredo Landa, Kiti Mánver, Fernando Guillén-Cuervo y los jóvenes Álex González y Paula Echevarría.

También el norte, concretamente en localizaciones de Torrelavega y San Sebastián, Manuel Gutiérrez Aragón ambienta la historia de Todos estamos invitados, escrita junto a la nueva Presidenta de la Academia, Ángeles González-Sinde. José Coronado, Adolfo Fernández e Iñaki Miramón protagonizan este relato que aporta una nueva mirada al mundo del terrorismo de ETA.

Antonio Mercero cambia a los adolescentes de Planta 4ª por los ancianos recluidos en una residencia y acuciados, algunos de ellos, por el mal de Alzheimer. La emotiva historia de ¿Y tú quién eres? tiene a los veteranos Manuel Alexandre y José Luis López Vázquez, que este año recibe el Fotogramas de Plata a toda una carrera y un premio honorífico que otorga el Festival de Málaga por su décimo aniversario.

Uno de nuestros cineastas más completos, el aragonés Carlos Saura, estrena dos largometrajes. Fados es un proyecto tan acariciado como el musical que quería dedicar a la Escuela Amor de Dios que existió en la madrileña calle Atocha. Aparcado éste, se entregó al folclore portugués de la misma manera que fue en los 90 dejó patente su exploración en otras formas de cultura popular en los capítulos de Sevillanas, Flamenco y Tango. Lo espectadores de Cannes podrían ser los primeros en hacer el recorrido que nos marca Saura por los barrios lisboetas del Barrio Alto y la Alfama y en el que le acompañan artistas como Mariza, Chico Buarque, Caetano Veloso, Lila Downs y Cesárea Évora.

El responsable de El séptimo día, Pajarico y así hasta 40 títulos, realizó incursiones a medio camino entre el documental dramatizado y el musical en Salomé e Iberia. Ahora le toca a la ópera y para ello se sumerge en Io, Don Giovanni, la historia de Lorenzo da Ponte, el libretista de Mozart. Cuenta con la colaboración del director de fotografía Vittorio Storaro y pretende ficcionar un aspecto concreto de la vida de un artistas, al igual que hizo en Goya en Burdeos, con Francisco Rabal como principal protagonista.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Les Luthiers regresan a España

Lo hacen con una temporada doble, inusual aunque apropiada a tenor del interés por El refrito, espectáculo con las obras de ayer de un grupo que acaba de cumplir 40 años.

A la palabra añoranza le pueden sacar numerosas connotaciones, es lo propio de un grupo de filósofos de la vida cotidiana, responsables de máximas como 'tener la conciencia limpia es síntoma de mala memoria' y 'de cada 10 personas que ven la televisión, 5 son la mitad'. Sus fieles, los que atesoran entradas a sus espectáculos, además de guardar su recuerdo en CD y DVD, les (per)siguen por toda Iberoamérica y España, y reconocen que al gozar de tanto éxito, de tanto en tanto, les da por vivir del pasado recopilando las piezas preferidas por el quinteto.

A lo de ideólogos suman guiños propios de un gurú religioso de andar por casa, echen si no un vistazo al programa que presentan en este trabajo estrenado en 2001: está compuesto por tarantelas litúrgicas (San Ictícola de los Peces), canciones con mimos (Quién conociera a María Amaría a María) y salmos sectarios (El sendero de Warren Sánchez). El epilogo viene dado por 10 minutos de recuerdos, lo que han denominado La hora de la nostalgia.

Vienen cargados con latines, tubófonos, boxinetas, tablas de lavar, sus ya míticos nomeolbidet y gom-hom, la marimba de coco e incluso un bajo barril en cuyo interior debe introducirse Jorge Marona. No hace falta que juren que están dispuestos a seguir experimentando y redescubriendo hitos: lo prueba la galería de instrumentos que les acompañan, dejando de ser extraños para los que disfrutan de un montaje nuevo cada 2 ó 3 años desde la consolidación de la formación, en 1977.

La oda a la parodia se convirtió en la doctrina de uno jóvenes que 12 años antes se presentaron en un festival universitario de la ciudad de Tucumán. Ataviados con esmoquin –'de diferentes tallas, en función de los rigores del buen comer'- y artilugios caseros interpretaron La cantata laxatón, a partir del prospecto de un conocido purgante.

Desde entonces han sabido reírse con la música y no de la música, dejando su impronta inteligente, elegante y sutil en montajes como Mastropiero que nunca, Muchas gracias de nada, Por humor al arte, Unen canto con humor y El reír de los cantares. Con Todo por que rías se despidieron de nuestro país al tiempo que en Argentina ultimaban un último espectáculo que llegará a España dentro de un par de años: 'allá los probamos y aquí damos lo mejor de nosotros, sin que se enteren allí'.

Aseguran que el secreto para mantenerse unidos radica en que discuten mucho sobre nada para llegar a conclusiones completas. Se llevan muy bien ya que tienen motivos para ello, el principal, además de una amistad férrea, 'el hijo en común al que mimamos para que la gente nos quiera y crea que parecemos mejores de lo que en realidad somos'.

El 25 de marzo se marcharán con su habitual verborrea, aunque volverán para la prórroga especial del 24 de abril al 20 de mayo en el Palacio Municipal de Congresos Campo de las Naciones. Y en octubre aterrizarán en el aeropuerto de Valencia para captar más fieles y llegar a los 100.000 que disfrutaron de su anterior paso por la península ibérica.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Mario Gas nos decubre En casa/En Kabul

Haga el intento de situar Kabul en un mapa. ¿Conocían muchos detalles acerca de Afganistán antes de la incursión militar de tropas liberadoras en 2001?

Tony Kushner sí, de hecho 2 años antes empezó a escribir Homebody (En casa), un monólogo con el que una mujer londinense nos transmite su intención de huir de la tremenda insatisfacción en la que está instalada. El visado llega en forma de guía de viajes sobre el país asiático y comienza a imaginar... Es entonces cuando se inicia la experiencia dramática de Kabul (En Kabul).

La mayoría le conoce por el guión de Munich, pero este neoyorquino que se define como 'judio, homosexual y antisionista', ha firmado algunas de las obras más contundentes del teatro de finales del siglo XX, como Ángeles en América y Eslavos. Contestatario de la política de su país, en su obra despliega un abanico de vilezas y levanta ampollas narrando los hechos generales desde microcosmos individuales: toda literatura dramatizada cobra vida gracias a la peripecia de seres de carne y hueso, la que nos permite huir del esquematismo y la anécdota de obras teorizantes e incluso fanáticas.

Hablando de fanatismo, el mejor arma para contrarrestarlo, por su alto contenido de ignorancia, es el conocimiento y esta obra propone una toma de contacto con lo menos habitual a partir de la sensibilidad de un grupo de artistas. Procedentes de España, Irán, Marruecos y Argelia, 11 intérpretes han convivido durante los 4 meses de ensayos de un proyecto acariciado por Mario Gas desde hace años, antes incluso de ponerse al frente de la gestión del Español, a comienzos de 2004.

Durante la gira de La Orestiada planteó a Vicky Peña y Gloria Muñoz la idea de afrontar un montaje complicado. El director no quería convertir el teatro en un jardín privado de creación escénica, pero era consciente de que Homebody/Kabul (En casa/En Kabul) debía montarse en el recinto –casi irreconocible- de la plaza de Santa Ana y contar con actores próximos a la culturas islámicas que dotasen de veracidad al texto. Dicen que los cómicos tienen un lenguaje común aunque estos han tenido que aprender nuevas lenguas, como pastún, dari y castellano, y adaptarse a formas de teatro extrañas a priori.

Algunos se suben por primera vez a las tablas en un país desconocido, otros como Elena Anaya se enfrentan a su primer montaje de envergadura. Para ella este torrente de emociones surgidas de la convivencia está siendo la mejor escuela de vida y teatro. Pero no es la única que así lo cree, también un veterano como Roberto Álvarez quien, alejado de los escenarios durante 7 años, ha incrementado su ilusión por la escena con un trabajo que requiere una profunda implicación por la responsabilidad moral que reviste y la crítica a la visión que sobre culturas diferentes nos imponen los poderes políticos.

En la obra, mezcla de poética y acento político en escena hasta el 29 de abril, se vislumbra el dolor y el amor por unos personajes que merecen su dosis de comprensión. Durante las 3 horas de representación no hay por tanto teoría dogmáticas ni respuesta a grandes preguntas y se atisba el deseo por escuchar al otro y así, desde la prudencia, intentar que nuestro paso por la tierra, lejos de una condena, sea menos dañino.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.