viernes, marzo 23, 2007

Málaga, ¿cantera o reflejo del cine español?

Dejó atrás lo de escaparate para convertirse en trampolín para nuevas y, sólo a veces, interesantes miradas. Así es este festival que sigue siendo un caramelo para la industria.

¿Glamour? Contado con los dedos de la mano, aunque más de uno se preguntará si en nuestro país existe algo parecido al 'star-system' de Hollywood. Si lo hay, ahí están Victoria Abril, Antonio Banderas y Carmen Maura, última galardonada con el Premio Málaga y obligada a pasearse por la alfombra roja de entrada al Teatro Cervantes, aunque no por la calle Larios para desgracia de los caza-autógrafos, perdón, admiradores.

El festival ha tenido tiempo para consolidarse y replantearse si consigue ser fiel reflejo de lo que se cocina hoy día. No se puede tener un festival de cine español sin contar con los grandes directores patrios: el día que participe Carlos Saura, Julio Medem, Icíar Bollaín, Alejandro Amenábar... o Pedro Almodóvar –eso sería pedir demasiado-, lucharemos por hacer cambiar de opinión a los que piensan que esta cita está muy lejos de Gijón, Valladolid y, por supuesto, San Sebastián.

Mientras tanto nos quedamos con la idea de que Málaga es el lugar al que van a probar suerte las óperas primas, algunas de calidad, a juzgar por las que se han repartido el palmarés: Pudor, de David y Tristán Ulloa, Concursante, de Rodrigo Cortés, Ladrones, de Jaime Marqués, y Bajo las estrellas, de Félix Viscarret. Hace 10 años comenzó la andadura de este certamen. Aquella edición de 1997 presentó a Miguel Albaladejo, que llevaba bajo el brazo La primera noche de mi vida.

Muchos paralelismos se establecen con el triunfo de Bajo las estrellas, respaldada por Fernando Trueba y después de ver cómo se alzaban con la Biznaga de Oro otras primeras obras, como Sexo por compasión, Torremolinos 73, Tapas y AzulOscuroCasiNegro. Como apunte curioso, Daniel Sánchez-Arévalo, ganador de casi todos los premios del año pasado y 3 premios Goya, deslumbró con su regreso al corto con Traumatología.

Capítulo aparte merece el tema de propuestas arriesgadas: las que se presentan en la sección alternativa ZonaZine no lo son, a no ser que confundamos riesgo con pésima calidad. Podemos destacar Yo, de Rafa Cortés, una apuesta sui generis del estilo de La isla del holandés, con la que hace unos años se presentó como director Sigfrid Monleón, y Smoking room, otra ganadora de este certamen.

Visto como pasarela de actores, muchos de teleseries -¿sabía que el patrocinador es Antena 3?-, son ellos los que más disfrutan con el festival, sobre todo el último día, cuando destacan los cuatro premiados por encima del resto y en esta ocasión fueron Alberto San Juan (Bajo las estrellas), Elvira Mínguez (Pudor), Nancho Novo (Tuya siempre) y Verónica Echegui (El menor de los males).

Quizás nos llevemos una impresión pobre del cine español a juzgar por lo mejor del festival, las primeras películas, y el relleno de la sección oficial, segundas películas a excepción de Antonio Hernández y la divertida El menos de los males. Quédese tranquilo: por ahora, y aunque a más de uno le duela, Málaga no es ese gran escaparate que quiso ser, sino el liviano muestrario con el que se presenta en casa el vendedor a domicilio.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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