viernes, marzo 02, 2007

Les Luthiers regresan a España

Lo hacen con una temporada doble, inusual aunque apropiada a tenor del interés por El refrito, espectáculo con las obras de ayer de un grupo que acaba de cumplir 40 años.

A la palabra añoranza le pueden sacar numerosas connotaciones, es lo propio de un grupo de filósofos de la vida cotidiana, responsables de máximas como 'tener la conciencia limpia es síntoma de mala memoria' y 'de cada 10 personas que ven la televisión, 5 son la mitad'. Sus fieles, los que atesoran entradas a sus espectáculos, además de guardar su recuerdo en CD y DVD, les (per)siguen por toda Iberoamérica y España, y reconocen que al gozar de tanto éxito, de tanto en tanto, les da por vivir del pasado recopilando las piezas preferidas por el quinteto.

A lo de ideólogos suman guiños propios de un gurú religioso de andar por casa, echen si no un vistazo al programa que presentan en este trabajo estrenado en 2001: está compuesto por tarantelas litúrgicas (San Ictícola de los Peces), canciones con mimos (Quién conociera a María Amaría a María) y salmos sectarios (El sendero de Warren Sánchez). El epilogo viene dado por 10 minutos de recuerdos, lo que han denominado La hora de la nostalgia.

Vienen cargados con latines, tubófonos, boxinetas, tablas de lavar, sus ya míticos nomeolbidet y gom-hom, la marimba de coco e incluso un bajo barril en cuyo interior debe introducirse Jorge Marona. No hace falta que juren que están dispuestos a seguir experimentando y redescubriendo hitos: lo prueba la galería de instrumentos que les acompañan, dejando de ser extraños para los que disfrutan de un montaje nuevo cada 2 ó 3 años desde la consolidación de la formación, en 1977.

La oda a la parodia se convirtió en la doctrina de uno jóvenes que 12 años antes se presentaron en un festival universitario de la ciudad de Tucumán. Ataviados con esmoquin –'de diferentes tallas, en función de los rigores del buen comer'- y artilugios caseros interpretaron La cantata laxatón, a partir del prospecto de un conocido purgante.

Desde entonces han sabido reírse con la música y no de la música, dejando su impronta inteligente, elegante y sutil en montajes como Mastropiero que nunca, Muchas gracias de nada, Por humor al arte, Unen canto con humor y El reír de los cantares. Con Todo por que rías se despidieron de nuestro país al tiempo que en Argentina ultimaban un último espectáculo que llegará a España dentro de un par de años: 'allá los probamos y aquí damos lo mejor de nosotros, sin que se enteren allí'.

Aseguran que el secreto para mantenerse unidos radica en que discuten mucho sobre nada para llegar a conclusiones completas. Se llevan muy bien ya que tienen motivos para ello, el principal, además de una amistad férrea, 'el hijo en común al que mimamos para que la gente nos quiera y crea que parecemos mejores de lo que en realidad somos'.

El 25 de marzo se marcharán con su habitual verborrea, aunque volverán para la prórroga especial del 24 de abril al 20 de mayo en el Palacio Municipal de Congresos Campo de las Naciones. Y en octubre aterrizarán en el aeropuerto de Valencia para captar más fieles y llegar a los 100.000 que disfrutaron de su anterior paso por la península ibérica.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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