Teatro, música y circo para un público muy exigente.
Los grandes recintos escénicos reservan un hueco para que los niños sean los reyes a la hora de decidir qué ver de la variada cartelera de espectáculos. Incluso algunos dedican el 100% de su programación a los más jóvenes, como el Teatro Calderón Infantil (Atocha, 18) y el Teatro Sanpol (Plaza San Pol de Mar,1).
En la ciudad de Madrid, instituciones como el Círculo de Bellas Artes y la Casa de América se transforman durante las mañanas de los fines de semana para acoger piezas de carácter infantil. En esta línea, La Casa Encendida programa para los próximos días obras como Piedra y pluma, de La Barraca, y Teatruras, una propuesta de Impromadrid, compañía madrileña que basa su trabajo en la complicada técnica de la improvisación a partir de la siguiente ecuación: creatividad y espontaneidad al servicio del humor.
Los aficionados al teatro conocen muy bien la calle Ercilla. Muy cerca de la glorieta de Embajadores, en esta vía se ubican dos de las salas que contribuyen al empuje que necesita la escena alternativa, la que invierte menos en promoción y se basta de la frescura de sus propuestas. Los adultos que conocen la Cuarta Pared y Lagrada tienen la responsabilidad de inculcar a los más pequeños el teatro, algo más que un pasatiempo.
En Lagrada se pone en escena Cuentos pillos hasta mediados de diciembre y justo en frente, la Cuarta Pared, sigue con su objetivo de ofrecer espectáculos que respetan la perspectiva del niño a la hora de tratar temas actuales. A partir del 26 de noviembre llegan dos nuevos embajadores de esta filosofía: Panzarriba y Panzabajo, dos divertidas lagartijas cuya relación ha llegado a un punto de no retorno y con la que los pequeños aprenden nociones de responsabilidad, independencia, educación y convivencia.
Había una vez...
Si hay un espectáculo que hace que los mayores se sientan como niños y estos últimos se vuelvan locos es el circo. El mes de noviembre trae a Madrid diferentes propuestas en torno a esta disciplina artística. Por primera vez en nuestro país se presenta Arturo Brachetti, un transformista cuyo espectáculo hace las delicias de los más bajitos de la casa. Ellos disfrutan de un espectáculo en el Nuevo Teatro Alcalá (Jorge Juan, 62) donde el italiano muestra algunas de sus mil caras, un montaje que recuerda a algunos números incluidos en cualquier montaje del Circo del Sol.
Precisamente los canadienses han alzado el Grand Chapiteau hasta el 3 de diciembre junto al Estadio de La Peineta. Cada tarde brincan, cantan y nos emocionan al ritmo de Alegría. Además de la propuesta de Circo del Sol, que ilusiona a niños y adultos, el Gran Circo Americano también levanta su carpa en la Plaza de Toros de las Ventas hasta el 26 de noviembre. Respondiendo a la concepción del circo más tradicional, con animales, motoristas, magos, trapecistas y payasos, la institución nacida en la década de los 50 regresa a Madrid para hacer las delicias de los más pequeños, los que se quedan boquiabiertos con serpientes, cocodrilos y fieras, como los dos tigres de Bengala y el único león albino del viejo continente.
Un apunte más para los aficionados a los números en la pista central y a las acrobacias de funambulistas y trapecistas a 12 metros del suelo y sin red: la familia del Circo Mundial también está en la capital hasta finales de mes. Les puede encontrar en la Avenida Monforte de Lemos, s/n, junto al Centro Comercial La Vaguada.
Un niño grande que cumple 250 años
Wolfgang Amadeus Mozart nació el 27 de enero de 1756, en Salzburgo. Su genio ha marcado muchas de las más bellas composiciones musicales y ya es hora de que los niños conozcan, además de su obra, también su vida. Un tenor, una soprano y un piano nos invitan a entrar en el universo del compositor a partir de cartas, viajes, experiencias y, por supuesto, su música.
Descubriendo a Mozart llega al Teatro Gran Vía sábados y domingos a las 12:30 y las 17:00 horas. Un espectáculo que mezcla la música con el teatro y las proyecciones del Mozart niño escribiendo y leyendo cartas desde todos los países que recorrió en su infancia.
Los musicales han calado entre el público madrileño. Un ejemplo responde al nombre de Hoy no me puedo levantar, basado en la historia del grupo Mecano. En tu fiesta me colé, el hermano menor de este espectáculo, la versión familiar, se escenifica los domingos a las 12.00 horas en el Teatro Movistar (Gran Vía, 54).
Hablando de versiones familiares, cruzando la Gran Vía llegamos a las puertas del Teatro Lope de Vega donde hasta el mes de diciembre es posible presenciar unas sesiones muy especiales del musical que tanto gusta a los mayores: Mamma mia! Los viernes a las 18.00 horas los niños tienen la oportunidad de cantar las canciones de Abba que seguro canturrearon sus padres cuando el grupo sueco estaba en liza.
Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en Turismo Madrid.
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