lunes, noviembre 20, 2006

Adelantamos... El perfume


La producción más cara del cine germano, 50 millones de euros, es también la adaptación más esperada de lo que queda de año, con permiso de Casino Royal.

Stanley Kubrick, Ridley Scott, Milos Forman, Tim Burton, Steven Spielberg y Martin Scorsese. Muchos lo ansiaron pero ninguno consiguió que Patrick Süskind cediese los derechos de una de las novelas más vendidas de los últimos 20 años. Al final es Tom Tykwer, director de Corre, Lola, corre y la irregular La princesa y el guerrero, quien ostenta el honor y el riesgo de versionarla, apoyado en un halo de misterio que va más allá del que atrapa al lector sólo con palabras y actores de fama internacional: Dustin Hoffman y Alan Rickman.


Muchos de los asiduos navegantes de esta web habrán leído el libro, gran éxito de ventas y en su día objeto de regalo entre alemanes como hoy lo es El código Da Vinci. Forman parte de los 15 millones de lectores en 45 idiomas diferentes, los que esperan que la traslación a imágenes de la historia de Jean Baptiste Grenouille no les defraude. A priori cuenta con ingredientes para no hacerlo: pocos cambios respecto de la novela, cierto regusto a David Cronenberg, estrellas en un reparto semi-desconocido y creíble, y el respaldo del productor de La historia interminable, El nombre de la rosa, El hundimiento y Las partículas elementales. El best-seller se puede convertir en ‘taquillazo’ con sustancia: se huele el éxito.


El joven Ben Whishaw (El intruso, Stoned) es el hombre sin olor pero con tanto olfato que aprende a destilar esencias para crear la suprema a partir del olor concentrado de jóvenes doncellas. El relato nos lleva hasta Grasse, una ciudad del sur de Francia que en 1766 vive conmocionada por unos crímenes horrendos. Al comienzo de la película conocemos a Grenouille (sapo, en francés), el inadaptado que salvó de la quiebra al perfumista Giuseppe Baldini (Dustin Hoffman). Supo crear los mejores aromas pero cayó presa de una maldición que le llevó a conseguir el ‘más hermoso de los olores’, frase que destaca la plasticidad del filme.


La salvación del cine europeo pasa por la coproducción y esta película es el mejor ejemplo trasnacional. En papeles de reparto hay actores españoles, como Paul Berrondo, Carlos Gramaje y miembros del grupo La Fura dels Baus, que le han cogido gustillo al séptimo arte (Goya en Burdeos, Fausto 5.0). Participación ibérica a consecuencia de que España se impusiera a Croacia como escenario natural de los decorados. El perfume se rodó de julio a octubre de 2005 en Barcelona, Gerona y Figueras.

El buen olor y las pestilencias casi se perciben en este lujosa adaptación que combina suspense y terror sobre una atmósfera de modernidad con la veracidad de la Francia de Luis XV. A lo largo de 5 años, desde que a Süskind le prometieron cerca de 10 millones de euros, se ha ido gestando la película, con un par de años dedicados en exclusiva al trabajo de guión. Y, por lo visto –a juzgar por recaudación y crítica-, el esfuerzo ha dado sus frutos porque son pocas las voces que se alzan en contra de un largometraje (que no producto), alejado de las superproducciones sin contenido y puramente efectistas que suelen llegar del otro lado del Atlántico.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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