viernes, noviembre 03, 2006

Avanzamos... "El camino de San Diego"


Carlos Sorín vuelve a modelar la materia prima de la sencillez con una historia que pone punto final a una particular trilogía sobre los olvidados habitantes de las extensiones patagónicas y la selva misionera.

El argentino se refiere a ellos con otro calificativo, el de invisibles. Son los seres que poblaban el universo de Historias mínimas (Premio Goya en 2004) y Bombón, el perro, y ahora deambulan por un itinerario impreciso pero entrañable, el de una película sobre el destino, las creencias y las dudas.


Sorín hace que el término "simple" pierda su tono peyorativo y conjuga de nuevo los elementos que han diferenciado su cine del resto: empleo de actores no profesionales, la profusión en detalles, los paisajes anímicos bien asentados en los geográficos y el desarrollo de historias exiguas, imperceptibles en la globalización a la que estamos sometidos. El camino... confirma su forma de trabajar, con una hoja de ruta en lugar de un guión cerrado.


La idea de superación personal, siguiendo la carretera, se combina aquí con una divertida aproximación al patronazgo de Diego Armando Maradona entre los argentinos, aficionados al deporte o no. El relato nos presenta a un entusiasta y fanático admirador del ídolo de tantos compatriotas: Tati (Ignacio Benítez) emprende una peregrinación, no exenta de fe, hasta el domicilio del jugador de fútbol, que acaba de ser hospitalizado por una afección cardiaca. El punto curioso radica en que este joven que tala árboles en la provincia de Misiones encontró la cara del astro en una raíz arbórea. Una historia que conmueve, como todas a las que nos tiene acostumbrados este experto en dotar de visibilidad la transparencia.


A Sorín le empiezan a acusar de explotar hasta la saciedad la fórmula naturalista, consistente en seguir como un mirón los caminos que se tuercen y enderezan gracias a los transeúntes que cruzan sus vidas, insignificantes y pequeñitas. La receta le ha dado buenos resultados hasta el momento, aunque para apaciguar las críticas ya apunta que su estilo va a cambiar. Por ahora el Festival de San Sebastián sigue siendo un excelente banco de pruebas al otro del charco para sus películas: El camino de San Diego se alzó allí con el Premio Especial del Jurado. Ahora falta saber qué opina el público.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

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