¿Recuerda su primera aparición en la pequeña pantalla española? Fue en 1994, estaba borracho como una cuba y tenía que cumplir con su labor como pediatra en el County, el hospital de la serie Urgencias.
Si por aquellas fechas le dicen a este soltero de oro que a sus 46 años actuales lo mismo tenía que presentar una película en Cannes, que hacer campaña en contra de la guerra de Irak, a lo mejor hubiese encauzado su carrera por otros lares. Aunque no, todo parece indicar que lo del compromiso lo llevaba en la sangre, que corre por venas artísticas por culpa de sus tíos, el actor Mel Ferrer y la cantante Rosemary Clooney, y su padre, un famoso periodista al que homenajeó con su primera película como director.
De dónde sacará el tiempo es algo que no sabemos, pero por el calado de sus trabajos empezamos a pensar que pronto sentará cátedra con su cine: comprometido, documentado y con cierto toque comercial. Después de la gratificante experiencia de Buenas noches, y buena suerte, Clooney se anima a producir, dirigir e incluso protagonizar una nueva película, una comedia política muy negra cuyo título en inglés podría ser Our brand in crisis. Como no podía ser menos, la cinta critica la estrategia del gobierno de EE.UU. a la hora de 'implantar democracias' allá donde le parece.
Clooney tiene tantos admiradores por su cine como por su físico. Es algo que él sabe rentabilizar, sobre todo desde que sacar a relucir su lado más solidario: ‘besos a 100 dólares’ podría ser el lema de su campaña más asequible; mientras tanto no deja de lado el drama de los refugiados de Darfur. En los últimos meses se ha puesto al frente de iniciativas que persiguen paliar sus penurias y, como ocurre en la banda de Danny Ocean, mete a todos los suyos en el mismo barco, esta vez por una causa menos frívola.
Hablando de Ocean´s 13, en la tercera entrega con las andanzas de estos simpáticos ladrones de guante blanco, muestra su carisma. Como buen patrón de barco, sabe ceder protagonismo a sus compañeros de faena que, por cierto, son amigos, como Brad Pitt y Matt Damon. No hay que pensar mal, aunque puede haberlo hecho para dedicarse a otros menesteres: ¿sabían que el actor considerado como el ser más atractivo del planeta en varias ocasiones también escribe? Ya ha puesto punto final a su primer thriller, inspirado en la liberación de rehenes norteamericanos en Irán a finales de los años 70.
Y no se aparta de la interpretación, no. Ha protagonizado, junto a Tilda Swinton y Sydney Pollack, Michael Clayton, en la que da vida a un abogado neoyorquino acosado por sus adinerados clientes a los que lleva 15 años sacando de apuros. También ha estado delante y detrás de la cámara con motivo de Leatherheads, comedia romántica ambientada en el mundo del fútbol americano durante los años 20, escrita junto a Steven Soderbergh y con Renée Zellweger como compañera. ¿Nos creen ya cuando les decimos que George no para? Pues aún hay más, pero eso llegará en otro capítulo.
Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.
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