viernes, noviembre 24, 2006

Avanzamos... "Eragon"


Imagine que, lejos de labrar las tierras y dar de comer a los animales, su destino le deparase aventuras épicas en un mundo dominado por la magia y los sueños.

Un huevo de dragón tiene buena parte de culpa, un descubrimiento que llevará a nuestro protagonista, de tan sólo 15 años, a convertirse en cabeza visible de los legendarios jinetes de dragones. El campesino es más poderoso de lo que cree y nosotros lo vamos a descubrir junto a él.

Christopher Paolini tiene en la actualidad 23 años y escribió Eragon dejando vía libre a un torrente de imaginación. Aquellas páginas dieron lugar a un titulo, el primero de la trilogía de El legado, destinado en principio a consumidores juveniles. El final de la historia ya lo conocemos: acaba engatusando a lectores de todas las edades y como las obras que le inspiraron, se convierte en película.

Con Eragon ocurre igual que con Las crónicas de Narnia de C.S Lewis, la saga protagonizada por el mago Harry Potter y el universo creado por Tolkien, lleno de hobbits, elfos, enanos, hombres y criaturas maléficas. El mundo literario vuelve a traspasar los márgenes de las hojas y llega a las pantallas de cine. Y pronto llegará otro título de estas características: La materia oscura, una trilogía firmada por Phillip Pullman.

Paolini trabaja sus historias en un marco de fantasía bien trabada, con dragones, magos, elfos y gnomos, seres imaginarios pero coherentes en sus actos. Sus relaciones responden a un cosmos anclado en detalles muy cuidados. Convencen sus libros y ahora sólo queda confiar en que también funcione la adaptación cinematográfica protagonizada por Jeremy Irons (Dragones y mazmorras, El reino de los cielos), John Malkovich (Pasos de baile, La sombra del vampiro), Djimon Hounsou (Gladiador, En América), Robert Carlyle (Full monty, La playa) y Sienna Guillory (Love actually, Resident Evil), los veteranos actores que arropan al debutante Edward Speleers.

Cien millones de dólares de presupuesto ha sido la cantidad invertida en la cinta, entregada a un debutante en la dirección, el especialista de efectos digitales Stefan Fangmeier. Nadie le conoce pero puede repetir la hazaña de Peter Jackson, porque Eragon sigue los pasos de la más aplaudida de las aventuras cinematográficas basadas en literatura fantástica. Y no falta ni un solo pormenor: si Enya y Annie Lennox aportaron su voz a aquella gran empresa, Eragon también tiene una cantante de éxito, Avril Lavigne, que compuso Keep holding on para esta aventura, que tiene un lema: lo que antes era tu vida, ahora es tu leyenda.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Así es "Casino Royale"


El estreno de Casino Royale nos permite revisitar una saga que ha dado 21 largometrajes protagonizados por el agente secreto con más estilo del mundo.

Hace 39 años, una paródica cinta del mismo título adaptó algunos flecos de la novela original de Ian Fleming, pero la que para muchos es ‘el Santo Grial de James Bond’ –el primera de los once relatos largos que escribió- no había sido llevada al cine de manera fidedigna hasta ahora. De hecho, aquella cómica aventura no era considerada una película oficial, contando con Ursula Andrés, Orson Welles y tres actores para dar vida a agentes muy diferentes: David Niven, Peter Sellers y Woody Allen.

Ya podemos conocer el lado más humano y vulnerable de un agente que, al servicio de Su Majestad, aún no tiene licencia para matar. La aventura protagonizada por el británico Daniel Craig nos permite comprobar hasta qué punto sufre y se enamora un espía con miedo al compromiso, huérfano de padres (el personaje de Judi Dench es su protectora) y poco sentido del humor. Le ven tan cínico y duro como el Bond que creó Sean Connery, y menos elegante y divertido que el de Roger Moore.

Como siempre, se rodea de mujeres bellas, como la francesa Eva Green, la bosnia Ivana Milicevic y la italiana Caterina Murino, que destaca la carga sensual que tienen estas películas, que tienen a partir de ahora a las mujeres como principales receptoras, en alusiones a las secuencias eróticas, como la que presenta a Craig saliendo del mar, un claro guiño a escenas protagonizadas por Ursula Andrés en la primera entrega (007 contra el Doctor No) y Halle Berry en la vigésima (Muere otro día).

Martín Campbell, director de las aventuras de Antonio Banderas como El Zorro, regresa al universo Bond después de haber dirigido Goldeneye. En su opinión, los productores de la factoría se habían dejado llevar por el punto extravagante e incluso disparatado alcanzado en El mundo nunca es suficiente y Muere otro día. En una nueva manera de acercarse al personaje ha optado por dotar de realismo las escenas de acción, retornando a los patrones más clásicos del cine de espionaje. Este Casino Royale es un thriller menos fantasioso y eso que tiene al Bond más joven, el que podría hacer más piruetas y descalabros.

Es la película de la saga 007 que más dinero ha recaudado en el fin de semana de su estreno en Gran Bretaña: 19 millones de euros. El largometraje de animación Happy feet le arrebató el primer puesto en la taquilla de EE.UU. James Bond tiene vida para rato y Craig se equiparará a su antecesor, Pierce Brosnan, ya que como él, protagonizará al menos un total de cuatro títulos. ¿El próximo? En noviembre de 2008.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

lunes, noviembre 20, 2006

Candidatos a los XIX Premios de Cine Europeo

Nacieron hace 19 años con la idea de velar por nuestra cultura y dotar de conciencia grupal a las cinematografías europeas, tan desperdigadas como necesitadas entre si.

La mejor película de este año puede ser alguna de las que ya hemos visto: Desayuno en Plutón, de Neil Jordan, Camino a Guantánamo, de Michael Winterbottom, y El viento que agita la cebada, de Ken Loach. También tiene posibilidades Grbavica, de Jasmila Zbanic, ganadora del Oso de Oro en el pasado Festival de Berlín. Pendiente de estreno en España está Las vidas de los otros. ¿Y qué me dicen de Volver?

Los 1.700 miembros que velan por la mejora del cine europeo son los encargados de votar por ellas, pero los ciudadanos de a pie tenemos un importante papel al ser los encargados de decidir el premio del público entre títulos como Las partículas elementales, El niño, Feliz Navidad, El viaje del emperador, Oliver Twist, Paradise now, Algo parecido a la felicidad y Wallace & Gromit: la maldición de las verduras.

Pedro Almodóvar se lanza de nuevo a la conquista del viejo continente antes de continuar su marcha triunfal por las Américas. Volver, al igual que la alemana Las vidas de los otros, ha logrado colarse en 6 categorías. El cineasta manchego tiene el honor de haber sido reconocido por Todo sobre mi madre y Hable con ella con el Premio del Público de la Academia del Cine Europeo. Su última y aclamada producción opta a las distinciones de mejor director, guión, fotografía (José Luis Alcaine), música (Alberto Iglesias) y película.

No nos olvidamos de Penélope Cruz, que tiene como ‘contrincantes’ a Martina Gedeck (Las vidas de los otros), Sandra Hüller (Réquiem), Mirjana Karanovic (Grbavica) y dos más conocidas: Nathalie Baye (Le petit lieutenant), que se dio a conocer en Una relación privada mantenida con Sergi López, y la canadiense Sarah Polley, por La vida secreta de las palabras. En el apartado de mejor actor optan al galardón destacan los nombres de Patrick Chesnais, por No estoy hecho para ser amado y Cillian Murphy, por dos trabajos: Desayuno en Plutón y El viento que agita la cebada.

Además de la dirigida por Ken Loach y Volver, la cinta de Isabel Coixet era otra de las 5 representantes con producción española, una lista que se completa con Princesas y Salvador. En el terreno documental, La casa de mi abuela, de Adán Aliaga, era nuestra opción en una categoría donde al final se impuso el retrato de un monasterio en los Alpes franceses, El gran silencio, por su capacidad de narrar la mística de la fe y nuestra necesidad de calma y silencio, en contraste con la vida moderna.

Otro de los galardones que ya tiene nombre es el honorífico que reconocerá la trayectoria de Roman Polanski. La cita con estos premios está convocada para el 2 de diciembre en Varsovia, Polonia. Y en 2007, celebrando sus primeros 20 años, de nuevo a Berlín.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Adelantamos... El perfume


La producción más cara del cine germano, 50 millones de euros, es también la adaptación más esperada de lo que queda de año, con permiso de Casino Royal.

Stanley Kubrick, Ridley Scott, Milos Forman, Tim Burton, Steven Spielberg y Martin Scorsese. Muchos lo ansiaron pero ninguno consiguió que Patrick Süskind cediese los derechos de una de las novelas más vendidas de los últimos 20 años. Al final es Tom Tykwer, director de Corre, Lola, corre y la irregular La princesa y el guerrero, quien ostenta el honor y el riesgo de versionarla, apoyado en un halo de misterio que va más allá del que atrapa al lector sólo con palabras y actores de fama internacional: Dustin Hoffman y Alan Rickman.


Muchos de los asiduos navegantes de esta web habrán leído el libro, gran éxito de ventas y en su día objeto de regalo entre alemanes como hoy lo es El código Da Vinci. Forman parte de los 15 millones de lectores en 45 idiomas diferentes, los que esperan que la traslación a imágenes de la historia de Jean Baptiste Grenouille no les defraude. A priori cuenta con ingredientes para no hacerlo: pocos cambios respecto de la novela, cierto regusto a David Cronenberg, estrellas en un reparto semi-desconocido y creíble, y el respaldo del productor de La historia interminable, El nombre de la rosa, El hundimiento y Las partículas elementales. El best-seller se puede convertir en ‘taquillazo’ con sustancia: se huele el éxito.


El joven Ben Whishaw (El intruso, Stoned) es el hombre sin olor pero con tanto olfato que aprende a destilar esencias para crear la suprema a partir del olor concentrado de jóvenes doncellas. El relato nos lleva hasta Grasse, una ciudad del sur de Francia que en 1766 vive conmocionada por unos crímenes horrendos. Al comienzo de la película conocemos a Grenouille (sapo, en francés), el inadaptado que salvó de la quiebra al perfumista Giuseppe Baldini (Dustin Hoffman). Supo crear los mejores aromas pero cayó presa de una maldición que le llevó a conseguir el ‘más hermoso de los olores’, frase que destaca la plasticidad del filme.


La salvación del cine europeo pasa por la coproducción y esta película es el mejor ejemplo trasnacional. En papeles de reparto hay actores españoles, como Paul Berrondo, Carlos Gramaje y miembros del grupo La Fura dels Baus, que le han cogido gustillo al séptimo arte (Goya en Burdeos, Fausto 5.0). Participación ibérica a consecuencia de que España se impusiera a Croacia como escenario natural de los decorados. El perfume se rodó de julio a octubre de 2005 en Barcelona, Gerona y Figueras.

El buen olor y las pestilencias casi se perciben en este lujosa adaptación que combina suspense y terror sobre una atmósfera de modernidad con la veracidad de la Francia de Luis XV. A lo largo de 5 años, desde que a Süskind le prometieron cerca de 10 millones de euros, se ha ido gestando la película, con un par de años dedicados en exclusiva al trabajo de guión. Y, por lo visto –a juzgar por recaudación y crítica-, el esfuerzo ha dado sus frutos porque son pocas las voces que se alzan en contra de un largometraje (que no producto), alejado de las superproducciones sin contenido y puramente efectistas que suelen llegar del otro lado del Atlántico.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

jueves, noviembre 16, 2006

Juan Mayorga y Helena Pimenta, unidos por un compromiso

El chico de la última fila supone la cuarta colaboración entre Ur Teatro y uno de los autores más prolíficos y críticos del panorama nacional.

Mayorga, el tímido creador de un universo teatral inmenso, posee mucho de ese chaval que ve la vida de los demás; Pimenta, al frente de una de las formaciones escénicas más activas, se convierte en la compañera de pupitre con la que comparte confidencias.

Hace 15 meses se esbozaban los seres vulgares que acabarían convertidos en personajes de teatro. Los dos pulmones de Ur, Pimenta y José Tomé, le realizaron un encargo después de leer algunos relatos escritos por un autor español que, contra los pronósticos más maldicientes, vende mucho. De aquella carpeta de argumentos salió la excusa para iniciar un nuevo viaje con una compañía conocida por lo que ha hecho y por lo que ha dejado de hacer: no les podía ofrecer cualquier cosa.

El dramaturgo, madrileño de 42 años, vertía en su nueva obra parte de su mundo como docente y voyeur. El producto sobre la curiosa relación entre dos tipos raros tenía comprador asegurado. Tildada de un perenne ‘continuará’ y hecha con retales de dos realidades paralelas, la pieza narra el entendimiento entre un profesor, incapaz de imaginar un mundo sin libros, y su alumno, un futuro escritor aunque él aún no lo sepa.

La vinculación total entre el equipo de Pimenta, los 6 actores –Ramón Barea y el propio Tomé entre ellos- y la palabra de Mayorga se hace patente en este trabajo, concebido ‘ex profeso’ de manera similar a Encuentro en Salamanca, espectáculo para conmemorar la capitalidad europea de la ciudad castellana en 2002, Sonámbulo, a partir del mundo de Rafael Alberti, y la versión de La dama boba.

Al que es capaz de contarnos con maestría lo que ve por el ojo de la cerradura se lo rifan aunque será fiel a los que cuidan a sus hijos, como Ernesto Caballero y Andrés Lima. Con ellos su afición por el arte del actor, que es el teatro, y la idea de que un autor no debe estar aislado en su gabinete, sin contacto con el exterior. Con la responsable de La entretenida, montaje para la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el flujo de ideas es también constante, a pesar de la fama que tiene de coger los clásicos y deconstruirlos, leerlos de manera diferente pero sin traicionarlos, al respetar frases y signos de puntuación. Mayorga puede quejarse de sus sabias manipulaciones ya que está vivo, a diferencia de Cervantes, Shakespeare, Moliere, Valle Inclán y Lope de Vega.

La directora, que reinterpreta ‘por ser una mujer de su tiempo’, realiza un ejercicio de confianza absoluta en el autor al ser consciente de que el texto nace de él. Aunque le asalte la duda, pueda polemizar y discrepe con él, sabe que el proceso de creación resulta más rico. No hablamos del desahogo por tenerle a golpe de telefono. La historia de un encuentro provechoso se repite con El chico de la última fila. Autor y directora destacan el goce compartido del teatro y las emociones que propone. A Mayorga no le importa ser criticado por ella, ingeniosa a la hora de jugar con un espacio sencillo, contar con intérpretes, capaces de aportar, y dirigir una mirada respetuosa hacía cada una de sus criaturas y su misterio.

Ur Teatro tiene vocación torera al recorrer ciudades y pueblos con giras bien nutridas. En 2007 cumplirá dos décadas, 20 años que han dado para mucho, como la trilogía formada por Sueño de una noche de verano, Romeo y Julieta y Trabajos de amor perdidos. En 2005 pudimos ver su visión de La tempestad. A Mayorga se le asocia con Animalario, Premio Nacional de Teatro 2005. Para ellos ha escrito Últimas palabras de Copito de Nieve y Hamelin. El fundador del colectivo teatral El Astillero y profesor de matemáticas y doctor en filosofía ha dado éxitos recientes al Centro Dramático Nacional, con Himmelweg (Camino del cielo), y a la Sala Beckett, con una versión de sus Animales nocturnos.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

"El mágico prodigioso", de gira


Calderón de la Barca es uno de los autores clásicos más representados. Además de La vida es sueño, El alcalde de Zalamea y La hija del aire, todavía quedan textos que se escapan al imaginario colectivo.

El mágico prodigioso es uno de ellos. Desde que se estrenó en junio de 2006 dentro de las celebraciones del IV centenario del corral de comedias de Zamora, hoy Teatro Principal, el montaje ha recorrido el país, haciendo una breve pero recordada parada en el Festival de Almagro. Después de su paso por Madrid, la obra continuará de gira durante 2007 hasta la representación final, que tendrá lugar en la localidad toledana de Yepes, donde se conserva el manuscrito original.

Hacía casi 3 años que Juan Carlos Pérez de la Fuente no subía una obra a los escenarios madrileños. Es también el tiempo que ha pasado desde que dejó de ser director del Centro Dramático Nacional –ostentó el cargo durante 8 años-. Ahora vuelve con su primer trabajo sobre el Siglo de Oro, no por miedo sino por el profundo respeto que siente por los clásicos. Esta síntesis del siglo XVII fue el libro de cabecera de Goethe y, a pesar de ser un texto de juventud escrito a los 37 años, se considera ‘profundamente ambicioso debido a que el pensamiento cobra fuerza frente al asunto’.

Calderón de la Barca publicó la obra en 1637. Fue un encargo con motivo de las celebraciones del Corpus Christi de Yepes, un trabajo que reflexiona sobre la libertad moral y la lucha entre el bien y el mal en un momento en el que el mundo estaba en crisis, ‘más o menos como ahora’. Sobre la base típica de la comedia de enredo, la historia combina elementos del mito de Fausto con episodios de las vidas de dos mártires: Cipriano y Justina. También anda cerca el demonio, con quien el protagonista entabla una conversación filosófica acerca de las limitaciones del saber humano y otros dilemas existenciales.

Pérez de la Fuente quería ser fiel al espíritu del Barroco, a ‘la idea y la forma, el pensamiento y la poesía’. Lo ha conseguido manteniendo intacta la cuestión religiosa –a favor de una iglesia más modesta- y la crítica a lo establecido, algo que llevó a Calderón a ambientar la acción en el siglo III, a fin de evitar males mayores. Es por ello que la versión, a cargo de Daniel Pérez, respeta el verso original, incorporando sólo algunos términos del castellano actual. La palabra se apoya en sonidos provenientes de carracas, tres martillazos, coros y psicofonías, y en olores, como el del incienso, algo que convierte este montaje en viaje sensorial.

El reparto tiene rostros conocidos, como los de Jacobo Dicenta (visto en La tempestad, en versión de Helena Pimenta), Cristina Pons (El otro lado de la cama, de David Serrano), Xabier Elorriaga, como gobernador de Antioquia, y Beatriz Argüello, espléndida convertida en diablo. El Teatro Albéniz, después de un mes dedicado al Festival de Otoño, acoge las representaciones de esta ‘comedia de santos, con tintes de vodevil incluidos’ del 14 al 26 de noviembre.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

"Play Strindberg" en La Abadía


Veteranía, intensidad, admiración y empatía. Una misma manera de entender el teatro, como placer y aprendizaje; un camino de largo recorrido que contempla etapa en La Abadía hasta el 17 de diciembre.

Con los dedos de una mano se cuentan las veces que sobre los escenarios coinciden grandes como Nuria Espert, José Luis Gómez y Lluís Homar, dirigidos por otro que también se las gasta, Georges Lavaudant, al frente desde 1996 del parisino Théâtre de l’Odéon.

Cuando has bregado mucho puedes permitirte ciertos lujos, otra cosa es que los compromisos profesionales de dos de los actores más venerados de la escena permitiese hacer realidad el deseo de Espert y Gómez por trabajar juntos. Nunca antes habían coincidido sobre las tablas, tampoco con Homar quien, bromea ella, nació sólo media hora después –el barcelonés es el más joven, 50 años, y confiesa su admiración por estos dos referentes-.

Siempre hay una primera vez y los elogios se suceden después de unos ensayos en los que debieron saltar chispas. Artísticas desde luego. Lo curioso es que el proceso de concepción ha durado en total 24 días. Espert considera a Gómez uno de los 3 mejores actores del panorama; de los otros no se acuerda. Gómez recuerda que la catalana se puso a las órdenes de Adolfo Marsillach en ¿Quién teme a Virginia Woolf? en una experiencia parecida. Lavaudant les ha llevado por un camino que iban trazando juntos casi sin saberlo, aceptando propuestas sin darles una negativa. Es lo que destaca Homar del director, con el que ya había trabajado hace 7 años en el Teatre Nacional de Catalunya en Los gigantes de la montaña, de Pirandello.

El trío de intérpretes ha estado tan concentrado en amasar la materia, saboreando las sabias directrices de Lavaudant, que ha visto como los directores que son -comparten esa faceta- estaban agazapados detrás de los actores. En esta ocasión el anfitrión era Gómez, al frente de La Abadía. Dispone su escenario central para que se levante un cuadrilátero donde dos personajes, un militar retirado y una actriz veterana, se despellejan con la palabra. Un extranjero en esa isla y amigo de la pareja asiste a los 12 asaltos, aunque también ostenta un protagonismo destructor.

Visto desde fuera todo parece sencillo. Indagando en la receta encontramos ingredientes sustanciosos por sí solos, así que imaginen la mezcla resultante. Friedrich Dürrenmatt rescribió desde un lado brechtiano, con concisión, la Danza macabra publicada en 1900 por el sueco August Strindberg. 68 años después aflora el toque moderno, el influjo de Beckett e Ionesco, en una puesta en escena en Basilea que acaba dando lugar a una obra completamente nueva. El texto, que rehuye de la parte formal e introspectiva y exterioriza la humana, desempolva el original, que destila el sabor del XIX, un aire de tragedia de terciopelo rojo.

Del drama burgués nace una comedia sobre el drama burgués con la precisión suiza que caracteriza a Dürrenmatt. Strindberg estaba muy presente, sobre todo en el título, que da idea del juego con el autor de La señorita Julia, al que se reverencia en todo momento. Espert incide en la idea de respeto al original, ‘una obra maestra sobre la danza de la muerte que ha dado muchos hijos aunque sin la calidad del padre’. El montaje no es una interpretación libre, no se entiende como una nueva versión, aunque en manos de Lavaudant esta comedia sobre la tragedia del matrimonio, o viceversa, se sustenta sobre la poesía del color, la escenografía realista y expresionista y el cuidado del lenguaje. La palabra, un arma arrojadiza que atesora la desesperación de Strindberg y el relato policíaco. A priori, una magnifica fantasía que saldrá de gira con los mismos actores, ya que sería impensable una función sin ellos.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

sábado, noviembre 11, 2006

Improvisando que es gerundio


El único festival de teatro espontáneo de nuestro país promete muchas risas a partir del 24 de noviembre.

Sabemos que sobre las tablas cada función es siempre diferente a la anterior. Es uno de los rasgos mágicos de este arte: la instantaneidad, el hecho de que sobre el escenario se interprete algo único que pueda ser parecido pero nunca igual.

Hay muchos grupos que trabajan en una disciplina que requiere máxima concentración, agilidad mental y compenetración sobre las tablas. Son los improvisadores, responsables de piezas teatrales únicas, originales e irrepetibles.

Desde el año 1977 miles de Match de improvisación se han representado a lo largo de teatros y universidades de todo el mundo. Hasta la fecha han tenido lugar 7 copas del mundo utilizando el francés como lengua oficial por ser un espectáculo de origen francófono. Desde 2004 se celebran mundiales en castellano y por segundo año consecutivo tiene lugar en Madrid el Festival de Improvisación Teatral.

Competición y muestra de trabajos

El FESTIM 2006 propone un singular mundial con 4 conjuntos de España, México, Argentina y Colombia. Son grupos que llevan al extremo la máxima de trabajo en equipo y competirán por ser los mejores improvisadores del mundo sobre un auténtico cuadrilátero, con árbitro incluido y en el que sólo se dan golpes de humor. La lucha se escenificará ante los ojos de los asistentes a este peculiar torneo, que se celebrará del 24 de noviembre al 3 de diciembre en el Círculo de Bellas Artes.

A caballo entre el deporte intelectual –como el ajedrez- y el espectáculo teatral, la espontaneidad creativa se somete a un examen frente al público ávido de entretenimiento. Un festival donde también podemos ver las diferentes maneras de desarrollar la improvisación teatral.

La pugna por alzarse con el preciado galardón, el 'jamón' de Madrid, constituye el eje principal del FESTIM, pero el programa de actividades incluye seminarios, conferencias y un nutrido cartel con los espectáculos de las formaciones participantes: la argentina Improcrash!, la Liga de Improvisación Mexicana y Acción Impro, proveniente de Medellín, en Colombia.

Anfitriones madrileños

La gente de Impromadrid lleva ya 10 años investigando en el terreno de las técnicas de improvisación teatral. Como buenos divulgadores, transmiten sus conocimientos a través de seminarios y talleres, como el que impartirán dentro del FESTIM 2006, una actividad abierta a todos.

Veteranos en la materia, no se han olvidado de los más pequeños. A ellos les dedican por ejemplo Teatruras, una de sus 7 producciones originales, las que les avalan como una de las compañías más consolidadas de la comunidad de Madrid.

Chup Suey en el Nuevo Teatro Alcalá

La frenética actividad en la que está inmersa la representación madrileña se completa con otras iniciativas al margen del festival. Un ejemplo es el divertido batiburrillo que proponen bajo el título de Chup Suey en un espectáculo de improvisación que ocupa la sala pequeña del Nuevo Teatro Alcalá todos los viernes y sábados a partir de las 23.30.

Lo han paseado por todo el mundo (Berlín, Ámsterdam, México D.F.), acumulan premios de todo tipo y lo curioso es que somos nosotros quienes tenemos el control del espectáculo. Interpretación, música e iluminación al servicio de las propuestas que se lanzan desde el graderío.

Su entrada, un billete a lo inesperado con descuento en el precio si repite, incluye una cartulina en blanco donde cada uno escribe una frase o hace un dibujo... La idea es plantear un pequeño aprieto a los actores-improvisadores que en cuestión de segundos crearán obras breves con dos ingredientes básicos: humor e imaginación.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en Turismo Madrid.

Los más pequeños... ¡a escena!

Teatro, música y circo para un público muy exigente.

Los grandes recintos escénicos reservan un hueco para que los niños sean los reyes a la hora de decidir qué ver de la variada cartelera de espectáculos. Incluso algunos dedican el 100% de su programación a los más jóvenes, como el Teatro Calderón Infantil (Atocha, 18) y el Teatro Sanpol (Plaza San Pol de Mar,1).

En la ciudad de Madrid, instituciones como el Círculo de Bellas Artes y la Casa de América se transforman durante las mañanas de los fines de semana para acoger piezas de carácter infantil. En esta línea, La Casa Encendida programa para los próximos días obras como Piedra y pluma, de La Barraca, y Teatruras, una propuesta de Impromadrid, compañía madrileña que basa su trabajo en la complicada técnica de la improvisación a partir de la siguiente ecuación: creatividad y espontaneidad al servicio del humor.

Los aficionados al teatro conocen muy bien la calle Ercilla. Muy cerca de la glorieta de Embajadores, en esta vía se ubican dos de las salas que contribuyen al empuje que necesita la escena alternativa, la que invierte menos en promoción y se basta de la frescura de sus propuestas. Los adultos que conocen la Cuarta Pared y Lagrada tienen la responsabilidad de inculcar a los más pequeños el teatro, algo más que un pasatiempo.

En Lagrada se pone en escena Cuentos pillos hasta mediados de diciembre y justo en frente, la Cuarta Pared, sigue con su objetivo de ofrecer espectáculos que respetan la perspectiva del niño a la hora de tratar temas actuales. A partir del 26 de noviembre llegan dos nuevos embajadores de esta filosofía: Panzarriba y Panzabajo, dos divertidas lagartijas cuya relación ha llegado a un punto de no retorno y con la que los pequeños aprenden nociones de responsabilidad, independencia, educación y convivencia.
Había una vez...
Si hay un espectáculo que hace que los mayores se sientan como niños y estos últimos se vuelvan locos es el circo. El mes de noviembre trae a Madrid diferentes propuestas en torno a esta disciplina artística. Por primera vez en nuestro país se presenta Arturo Brachetti, un transformista cuyo espectáculo hace las delicias de los más bajitos de la casa. Ellos disfrutan de un espectáculo en el Nuevo Teatro Alcalá (Jorge Juan, 62) donde el italiano muestra algunas de sus mil caras, un montaje que recuerda a algunos números incluidos en cualquier montaje del Circo del Sol.

Precisamente los canadienses han alzado el Grand Chapiteau hasta el 3 de diciembre junto al Estadio de La Peineta. Cada tarde brincan, cantan y nos emocionan al ritmo de Alegría. Además de la propuesta de Circo del Sol, que ilusiona a niños y adultos, el Gran Circo Americano también levanta su carpa en la Plaza de Toros de las Ventas hasta el 26 de noviembre. Respondiendo a la concepción del circo más tradicional, con animales, motoristas, magos, trapecistas y payasos, la institución nacida en la década de los 50 regresa a Madrid para hacer las delicias de los más pequeños, los que se quedan boquiabiertos con serpientes, cocodrilos y fieras, como los dos tigres de Bengala y el único león albino del viejo continente.

Un apunte más para los aficionados a los números en la pista central y a las acrobacias de funambulistas y trapecistas a 12 metros del suelo y sin red: la familia del Circo Mundial también está en la capital hasta finales de mes. Les puede encontrar en la Avenida Monforte de Lemos, s/n, junto al Centro Comercial La Vaguada.

Un niño grande que cumple 250 años

Wolfgang Amadeus Mozart nació el 27 de enero de 1756, en Salzburgo. Su genio ha marcado muchas de las más bellas composiciones musicales y ya es hora de que los niños conozcan, además de su obra, también su vida. Un tenor, una soprano y un piano nos invitan a entrar en el universo del compositor a partir de cartas, viajes, experiencias y, por supuesto, su música.

Descubriendo a Mozart llega al Teatro Gran Vía sábados y domingos a las 12:30 y las 17:00 horas. Un espectáculo que mezcla la música con el teatro y las proyecciones del Mozart niño escribiendo y leyendo cartas desde todos los países que recorrió en su infancia.

Los musicales han calado entre el público madrileño. Un ejemplo responde al nombre de Hoy no me puedo levantar, basado en la historia del grupo Mecano. En tu fiesta me colé, el hermano menor de este espectáculo, la versión familiar, se escenifica los domingos a las 12.00 horas en el Teatro Movistar (Gran Vía, 54).

Hablando de versiones familiares, cruzando la Gran Vía llegamos a las puertas del Teatro Lope de Vega donde hasta el mes de diciembre es posible presenciar unas sesiones muy especiales del musical que tanto gusta a los mayores: Mamma mia! Los viernes a las 18.00 horas los niños tienen la oportunidad de cantar las canciones de Abba que seguro canturrearon sus padres cuando el grupo sueco estaba en liza.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en Turismo Madrid.

viernes, noviembre 10, 2006

Avanzamos... Babel


Marruecos, Japón, México... Si en una de estas zonas alguien tropieza con una piedra, un hecho que carece de importancia aparente, en las otras dos se produce un terremoto.

El mexicano Alejandro González Iñárritu ha hecho suya la teoría del caos, en concreto el efecto mariposa, revistiendo el resultado con su particular poesía. Su tercer largometraje vuelve a ahondar en la soledad, la libertad y lo complicado que es hablar entre unos y otros aún usando el mismo idioma.


Parece más fácil relacionar a los seres humanos a partir de la desgracia: cree el cineasta responsable de Amores perros y 21 gramos que no somos felices con las mismas cosas, pero sufrimos por lo mismo. Con la dura bofetada a la conciencia que es Babel, el cineasta al que Almodóvar considera genio se diploma con honores como narrador de la realidad social. En esta ocasión toca la peligrosa ecuación entre caos y soledad, otorgando protagonismo a un espacio en el que cobra fuerza el problema de las fronteras y el miedo al otro.

En su cinta más trasnacional hasta el momento, con la que cierra una trilogía, se entremezclan 4 relatos unidos a la velocidad de una bala, trozos de vidas anónimas que ya por si solos mantienen en vilo al espectador al llevarle por los intrincados caminos de la angustia, la misericordia y humanidad. Un puzzle anímico donde los hechos puntuales tienen consecuencias catastróficas, como el que una pareja reciba los balazos perdidos de unos niños que aprenden a usar una escopeta.

Un catalogo de estrellas vuelve a despojarse de su halo de soberbia y glamour de la misma manera que ocurrió con Benicio del Toro, Sean Penn y Naomi Watts en 21 gramos. Puestos al servicio del tándem formado por el director y el guionista Guillermo Arriaga, no esperamos de ellos otra cosa: Brad Pitt, Gael García Bernal y Cate Blanchett se sometieron a los deseos de un creador al que muchos tachan de torturador en el set de rodaje por su afán de extraer de los actores la materia más humana, la que sale del corazón y las entrañas.

Rodar en el norte de África a temperaturas que superan los 40º, acudir a sesiones de maquillaje para ‘envejecer’ hasta 20 años, pasar jornadas enteras tumbado en el suelo sin moverse... Las pruebas físicas se completan con el intenso caudal de emociones de una tesis central muy dura: la necesidad de ser amado por otra persona.

González Iñárritu edifica una nueva Torre de Babel ideal aunque bastante dura en la que no deberían imponerse las barreras de la raza, la religión o la lengua. Se ha rodado en 5 idiomas diferentes (entre ellos, lenguaje de signos japonés) y sus escenarios nos trasladan a 3 continentes, unidos por la música compuesta por Gustavo Santaolalla. La capacidad crítica del guionista, productor y realizador mexicano vuelve a bajarnos a la tierra: marca la diferencia entre mundos con maestría y riesgo, al usar 3 formatos distintos de filmación que, de manera metafórica, remarcan las fronteras: Marruecos, en 16 milímetros, México, en 35 milímetros; y Japón, con lentes anamórficas que deforman la imagen.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Premios Nacional de Circo, Danza y Teatro 2006

Reconocimiento a la trayectoria profesional y a las nuevas aportaciones: José María Pou (teatro), Chevi Muraday y Ananda Dansa (danza) y Tony Alexis (circo) han sido reconocidos con los galardones de 2006.

El de teatro es el más veterano: comenzó a entregarse en 1978 y Teatre Lliure tiene el honor de haber recibido el primero de la lista. En 1988 Antonio Gades fue reconocido con el primer Premio Nacional de Danza, encabezando un historial al que se adscribirían más tarde los más grandes en este campo: Víctor Ullate, Cristina Hoyos, Antonio Canales, José Antonio, Cesc Gelabert, María Giménez, Sara Baras, María Pagés, Nacho Duato y Aída Gómez, entre otros. El de circo se institucionalizó en 1990 y la primera figura en recibirlo fue Cristina Segura, más conocida como Pinito del Oro.

Los 30.000 euros con los que está dotado cada premio salvan de la quema a muchos artistas. Quizá los más necesitados sean los que trabajan una disciplina que pasa desapercibida ante los ojos del público. El payaso José Antonio Ylich Muñoz, conocido como Tony Alexis, ha sido el último en recibir el Premio Nacional de Circo "por su labor en la actualización del lenguaje del payaso, heredera de la escuela humorística española y por su contribución a la difusión internacional de las artes circenses". En la decisión de reconocer al artista español que desde los años 60 ha integrado más veces el elenco de los mejores circos del mundo influyó el criterio de profesionales como el galardonado en 2005, Tony Tonito.

El Premio Nacional de Danza se concede en dos modalidades: interpretación y creación. En la primera categoría, la veterana compañía Ananda Dansa se impuso a otros candidatos "por su especial campaña creativa con sus últimas obras coreográficas, resultado de una extraordinaria labor personal de 25 años". La formación, dirigida por la coreógrafa Rosángeles Valls y el director teatral Édison Valls, fue una de las pioneras a la hora de investigar las relaciones entre danza y teatro, captando nuevos públicos, que son los que en primera instancia apoyan a los profesionales de la danza.

Chevi Muraday es un coreógrafo formado en España y alimentado en Gran Bretaña y Alemania, gracias a su paso por Transition Dance Company, Nower Tanz y S.O.A.P Dance Theatre. En 1997 decidió crear su propia compañía, Losdedae Danza, una de las más fecundas del panorama nacional. El jurado, del que formaban parte Israel Galván y Lucía Lacarra (premiados en 2005) reconocía su extraordinaria creación interpretativa y un estilo personal del que ha impregnado sus trabajos de la pasada temporada, tanto para su propio grupo como para la Compañía Nacional de Danza 2.

Josep María Pou lleva varios meses recorriendo España con La cabra o ¿quién es Silvia?. A sus 62 años ha visto reconocida su larga trayectoria en la escena y en concreto "su excepcional trabajo de traducción, dirección e interpretación de la obra de Edward Albee, que confirma una vida de pasión por el teatro". Así lo destaca el último jurado del Premio Nacional de Teatro (Laila Ripoll, Juan Mayorga y Gerardo Vera, entre otros). En ediciones han sido distinguidos el grupo Animalario y los directores José Monleón y Gustavo Pérez Puig.

Usuario asiduo del puente aéreo entre Madrid y Barcelona desde los años 60, ha trabajado a las órdenes de Adolfo Marsillach, José Luis Alonso, Miguel Narros y Pilar Miró. Pertenece a la generación de Josep María Flotats y Mario Gas, hombres de teatro que, con mayor o menos frecuencia, se han movido también delante de las cámaras. Pero las tablas tiran mucho: desde que estrenó Mar adentro y Tiovivo c.1950, Pou no se ha bajado de los escenarios con las excepciones de los rodajes de Dos y Miguel y William.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

viernes, noviembre 03, 2006

Avanzamos... "El camino de San Diego"


Carlos Sorín vuelve a modelar la materia prima de la sencillez con una historia que pone punto final a una particular trilogía sobre los olvidados habitantes de las extensiones patagónicas y la selva misionera.

El argentino se refiere a ellos con otro calificativo, el de invisibles. Son los seres que poblaban el universo de Historias mínimas (Premio Goya en 2004) y Bombón, el perro, y ahora deambulan por un itinerario impreciso pero entrañable, el de una película sobre el destino, las creencias y las dudas.


Sorín hace que el término "simple" pierda su tono peyorativo y conjuga de nuevo los elementos que han diferenciado su cine del resto: empleo de actores no profesionales, la profusión en detalles, los paisajes anímicos bien asentados en los geográficos y el desarrollo de historias exiguas, imperceptibles en la globalización a la que estamos sometidos. El camino... confirma su forma de trabajar, con una hoja de ruta en lugar de un guión cerrado.


La idea de superación personal, siguiendo la carretera, se combina aquí con una divertida aproximación al patronazgo de Diego Armando Maradona entre los argentinos, aficionados al deporte o no. El relato nos presenta a un entusiasta y fanático admirador del ídolo de tantos compatriotas: Tati (Ignacio Benítez) emprende una peregrinación, no exenta de fe, hasta el domicilio del jugador de fútbol, que acaba de ser hospitalizado por una afección cardiaca. El punto curioso radica en que este joven que tala árboles en la provincia de Misiones encontró la cara del astro en una raíz arbórea. Una historia que conmueve, como todas a las que nos tiene acostumbrados este experto en dotar de visibilidad la transparencia.


A Sorín le empiezan a acusar de explotar hasta la saciedad la fórmula naturalista, consistente en seguir como un mirón los caminos que se tuercen y enderezan gracias a los transeúntes que cruzan sus vidas, insignificantes y pequeñitas. La receta le ha dado buenos resultados hasta el momento, aunque para apaciguar las críticas ya apunta que su estilo va a cambiar. Por ahora el Festival de San Sebastián sigue siendo un excelente banco de pruebas al otro del charco para sus películas: El camino de San Diego se alzó allí con el Premio Especial del Jurado. Ahora falta saber qué opina el público.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Un cuadro de cine. Relaciones entre dos artes

Las férreas relaciones entre el cine y la pintura se hacen más sólidas aún con los estrenos de Modigliani, Los fantasmas de Goya y Klimt.

Excéntricos, autodestructivos, geniales... Los artistas que le dan a la brocha y sus vidas convulsas han dado suficiente material cinematográfico para llenar un estante de títulos destacables.

Todos tenemos en nuestra retina a Kirk Douglas dando vida en 1956 a Vincent Van Gogh en El loco del pelo rojo. Unos años antes, Hollywood se quedó prendido de José Ferrer como Henri Toulouse-Lautrec en Moulin Rouge (la de John Huston de 1952).

Lo cierto es que todo gran pintor ha sido retratado por la cámara, con mayor o menor fidelidad: La joven de la perla indagó en los supuestos líos amorosos de Johannes Vermeer, y Anthony Hopkins se planteó Sobrevivir a Picasso. Salma Hayek fue su compatriota Frida, de apellido Kahlo, en su proyecto más personal, de la misma manera que Ed Harris cogió las riendas de Pollock, la vida de un creador, no sólo interpretando sino también dirigiendo.

Acaba de desembarcar en las carteleras Modigliani, con Andy García indagando en la vida de un competitivo artista en el París de comienzos del siglo XX, años de vanguardias y destrucciones creadoras. Viena era otro de los centros renovadores del arte y lo comprobaremos gracias a Klimt, producción alemana dirigida por Raúl Ruiz y con John Malkovich en la piel del autor de El beso, Las tres edades de la mujer, Dánae y La virgen.

En la línea de Yo disparé a Andy Warhol (Mary Harron) y Basquiat (Julian Schnabel), el valenciano Vicente Monsonís abogó por contextualizar la fuerza creadora en Dripping, un trabajo con Pep Munne como protagonista, donde se ironizaba sobre los intereses creados en torno al mundo de la creación artística.

Experimentos a un lado, no nos dejamos atrás El sol del membrillo donde Víctor Erice recoge el proceso pictórico de Antonio López. Tampoco le perdemos la pista a otro cineasta que pone de manifiesto la relación entre los artistas y el séptimo arte. Carlos Saura, un apasionado de la música y la fotografía, nos presentó a Ernesto Alterio en la piel de Salvador Dalí en Buñuel y la mesa del rey Salomón, y también nos relató las últimas jornadas de vida de Goya en Burdeos, interpretado por Francisco Rabal. Entre las curiosidades destaca la labor de La fura dels baus, que dotó de vida algunos cuadros de la serie Los desastres de la guerra.

El pintor aragonés llega al cine una vez más, interpretado ahora por Stellan Skarsgard (Piratas del Caribe). Gracias a Milos Forman (Amadeus), Javier Bardem, Blanca Portillo y Natalie Portman han podido entrar en un universo pictórico paralelo, poniendo rostro a nuevas versiones de cuadros de Goya.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.