domingo, octubre 07, 2007

Avanzamos... El sueño de Casandra

Da la sensación de que Woody Allen sólo saca tiempo para rodar su más reciente proyecto en España, pero lo cierto es que el geniecillo neoyorquino tenía esta película en la nevera.

Ewan McGregor y Colin Farell, de los últimos en llegar al universo Allen, son los protagonistas de una historia de 'dos personas muy agradables que acaban abocadas a una situación trágica', en palabras del director.

La cinta, rodada durante el verano de 2006, cierra lo que se ha venido a denominar ‘trilogía londinense’, iniciada con Match Point y continuada por Scoop, y tiene en el reparto a los británicos Tom Wilkinson y Hayley Atwell, a falta de su última musa.

No es tan fácil cumplir los sueños. Es la moraleja de esta película que se inicia con los anhelos de dos hermanos: navegar en un velero, en su propio velero. Y nos preguntamos, ¿un barco en el Támesis? Habrá que descubrirlo en la sala de cine, porque Allen sólo se ha referido a la historia con alusiones al rodaje en la capital británica, ‘una ciudad cuyo clima es perfecto, no sólo para mi manera de rodar, sino también para mi temperamento’.

El sueño de Casandra le mantuvo de nuevo alejado de su hogar, donde no rueda desde que se encargó de Melinda y Melinda, en 2004. La película articula el mundo de los enredos y los juegos sentimentales tan habituales en el cine del director de Manhattan, Annie Hall y Todos dicen I love you, por mencionar algunas piezas de su extensa filmografía con más de 40 títulos. Los ingredientes de su vuelta al drama vienen cocinados por Angela Stark, una joven cazafortunas recién llegada a Londres, en cuyo camino se cruzan dos hermanos de clase trabajadora... ¡Y hasta ahí podemos contar!

Se proyectó en los festivales de Venecia y Toronto, pero su estreno mundial tuvo lugar en la ciudad asturiana de Avilés, quizás como deferencia ante una región que finalmente no acogió el grueso del rodaje de lo último de Allen, que ya no es este drama fraternal, sino Midnight in Barcelona, el aún conato de cinta protagonizada por Scarlett Johansson, Javier Bardem y Penélope Cruz.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Avanzamos... El orfanato

Falta muy poco para que llegue a las carteleras uno de los títulos más esperados de la temporada con el que además se pretende inyectar sangre nueva al género de terror.

Belén Rueda no se lo pensó demasiado para seguir en la brecha del cine después de su exitoso paseo junto a Alejandro Amenábar y los suyos en Mar adentro. Aunque lo cierto es que un largometraje de suspense con sobresaltos y ribetes psicológicos no es una plaza fácil para una debutante que da sus primeros pasos.

Los productores pensaron que si Nicole Kidman pudo hacerlo en Los otros, nuestra compatriota, después de lidiar con Los Serrano, también estaría a la altura. Los que vieron El orfanato en el Festival de Cannes corroboran el acierto de los responsables de la cinta, Guillermo del Toro al frente de todos ellos: aseguran que Rueda no sólo es capaz de guiarnos por esos terrenos resbaladizos de la mente humana, sino que impregna una inusual cordura a un personaje que puede caer en cualquier momento.

Llegados a este punto más de uno se preguntará... ¿de qué va El orfanato? Una mujer regresa con su familia al lugar donde creció con la intención de abrir una residencia para niños discapacitados. Su hijo comienza a dejarse llevar por unos extraños juegos que generan en ella una gran inquietud, ya que dejarán de ser una mera diversión para convertirse en una amenaza.

En palabras de su productor, sobre el papel no era un refrito resultón de los elementos emblema del género, como casas encantadas y universos paralelos, sino que tenía una profundidad tan insólita como valiosa. Ya en imágenes, con un Guillermo del Toro que se reafirma aún más en su buen ojo, la película tiene para él un ritmo impecable, ideas visuales extraordinarias, no abusa de los efectismos para provocar sobresaltos y relee de forma personal los lugares comunes del género.

En este proyecto se daban los condicionantes necesarios para que nadie dijese 'no' desde el primer momento: J.A. Bayona había cogido destreza después de dirigir los cortometrajes Mis vacaciones y El hombre esponja, y Sergio G. Sánchez, el guionista elegido para dotar de entereza el esqueleto de este filme, sigue teniendo un cerebro en ebullición, una maquinaria engrasada de la que salió otro corto, 7337, un relato lóbrego e interesante protagonizado por Marta Belaustegui.

El reparto de El orfanato está formado por Rueda, que tuvo que perder casi diez kilos, y por un buen número de intérpretes que, caso de Mabel Rivera, Andrés Gertrúdix y Fernando Cayo, se han curtido en el cine y el teatro. Y no nos olvidamos de dos mujeres veteranas: Montserrat Carulla y Geraldine Chaplin. Todos se pasearon por los alrededores de Llanes, en Asturias, y, en concreto, por los pasillos y dependencias del palacio de Partarríu, convertido aquí en un tenebroso hospicio.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

¡A por el Oscar!

Es el objetivo de todos los que están detrás de El orfanato: traerse el quinto Oscar a la mejor película extranjera. Tiene opciones pero a juzgar por los rivales ya confirmados, no lo tendrá nada fácil.

El riesgo y el terror psicológico han dejado en el camino a los dramas de los veteranos José Luis Garci (Luz de domingo) y Emilio Martínez Lázaro (Las 13 rosas) en la carrera que empezó el pasado jueves 27 de septiembre nada más salir por la boca de Carmen Maura el título de la ópera prima de Juan Antonio Bayona.

Muchos elevan la voz para decir que la propuesta se parece a Los otros, sin Nicole Kidman pero con Belén Rueda pasándolo de miedo en una destartalada mansión que hizo las veces de hospicio y cuyas dependencias y pasillos conoce bien el personaje. Comparaciones a un lado, lo cierto es que El orfanato puede seguir el camino recorrido ya por Volver a empezar (1982), Belle Epoque (1993), Todo sobre mi madre (1999) y Mar adentro (2005).

Bayona y Rueda encabezan la trouppe que, después de pasar por los festivales de Cannes, Toronto, Nueva York y Sitges, ya está recorriendo los círculos cinematográficos de EE.UU. para promocionar nuestra candidata. No estaría mal que los pases de la cinta viniesen acompañados de la proyección de 7337, un extraordinario corto, protagonizado por Marta Belaustegui y escrito y dirigido por Sergio G. Sánchez, responsable del guión que ha atemorizado a un reparto completado por Fernando Cayo, Geraldine Chaplin, Mabel Rivera y Andrés Gertrudix.

Todos están al servicio de este drama sobrenatural que 'empieza como una cinta de terror y acaba como un melodrama clásico de Hollywood', en palabras de Bayona. El padre de la criatura destaca el tremendo viaje emocional que realiza Rueda, ya que para él 'pocas actrices pueden soportar tanta presión'. Eso durante el rodaje, porque ahora toca batirse en duelo con las competidoras, a las que vamos conociendo: la colombiana Satanás, la chilena Padre Nuestro, con Cecilia Roth; La desconocida, del italiano Giuseppe Tornatore (que ya ganó con Cinema paradiso); y XXY, de Lucía Puenzo, hija del ganador en 1986 del único Oscar logrado por los argentinos gracias a La Historia Oficial.

El nuevo proyecto de Fatih Akin, responsable de Contra la pared, ha sido designado por los alemanes, los mexicanos concurren con Luz silenciosa, de Carlos Reygadas, Hong Kong presenta Exiled, de Johnnie To, y apuesta interesante es la película de animación Persépolis que, representando a Francia, les va a contar a los estadounidenses cómo se vive en el más enemigo de los países enemigos del amigo George W. Bush. Es una de las cintas que pueden quitarle plaza a la nuestra, de la que dicen 'no es una película de terror, sino de suspense del bueno'. Ya lo comprobarán al otro lado del Atlántico el 28 de diciembre, fecha en la que El orfanato llegará a un millar de cines.

Aquí son algo menos, 300 pantallas, en las que podemos verla y criticar la decisión de los académicos españoles. El 22 de enero se harán públicos los nombres de las cinco películas que pueden alzarse con la estatuilla en la 80ª ceremonia de entrega que tendrá lugar el 24 de febrero. Por lo pronto ya sabemos que la cinta parte con muchas opciones ya que Guillermo del Toro, productor de la cinta, ha revelado que los que hicieron posible El Señor de los Anillos se harán responsables de la versión que harán en Hollywood.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

De Donosti a las pantallas

Público, jurado y prensa coinciden y hacía años que no pasaba: lo que se ha visto en la última edición de San Sebastián merece la pena y no tardaremos mucho en verlo en salas.

A lo mejor la crítica no está de acuerdo con ello, pero la variedad ha dado riqueza a un festival que ha celebrado su 55º cumpleaños con invitados con glamour, caso de Demi Moore, Richard Gere y Liv Ullmann, y llevándose como regalos destacables producciones como la danesa Daisy Darling, la libanesa Caramel (Caramelo) y la israelí Meduzot (Las medusas).

Sólo hay que echar un rápido vistazo al palmarés para comprobar hasta qué punto el cine oriental sigue gustando a todos (al menos apetece ver algo de Wayne Wang), lo mismo que el cine de autor hecho en Estados Unidos (caso de John Sayles y su Honeydripper) y todo ello sin olvidar el reconocimiento a la cuota española con los premios al guión de Siete mesas (de billar francés) y la Concha de Plata a la mejor actriz, Blanca Portillo.

Unanimidad hubo a la hora de valorar Mil años de oración, de Wang, aunque más de uno esperaba la foto, el momento que ponía de manifiesto la reconciliación entre el cineasta responsable de El club de la buena estrella y Smoke y Paul Auster, presidente del jurado y su compañero de fatigas en cintas como Blue in the face. Lo cierto es que conmovió la historia del señor Shi (cuyo actor se alzó con otra Concha), un viudo de Pekín que va a los Estados Unidos visitar a su única hija, Yilan, que se acaba de divorciar.

Dos películas que entroncan con la realidad que vivimos hoy no se fueron de vacío: Nick Broomfield vio reconocida su dirección en Battle for Hadita, sobre marines estadounidenses en Irak, y Hana, la más pequeña de la familia Makhmalbaf, impresionó a todos con Buda explotó por vergüenza, premio especial del jurado por su profesionalidad y arrojo, y distinción de TVE por reflejar el mundo de la mujer. En este terreno Iciar Bollaín no repitió con Mataharis la hazaña lograda en su día con Te doy mis ojos aunque sí que Gracia Querejeta entró en el palmarés, no sin cierto regusto amargo al ver que el premio a Portillo quedaba algo cojo faltando el reconocimiento a Maribel Verdú.

Durante los diez días del 'festival del cine sencillo e íntimo' se han visto grandes producciones como Promesas del Este, apertura del festival a manos de David Cronenberg; La gran estafa, para el lucimiento de Gere; y Cleaner, que se proyectó ante 3.000 personas en el velódromo de Anoeta para asombró de Samuel L. Jackson, al igual que Los reyes del Ártico, la simpática y didáctica historia de una morsa y una osa que sigue la estela de El viaje del emperador. Hablando del velódromo, no sé si sabían que Oliver Stone sólo acude al certamen si pueden presentar una película allí.

El cierre, con Demi Moore presentando Un plan brillante, de Michael Radford (El cartero), no fue tan lucido como el devenir del certamen donostiarra, con sus interesantes secciones paralelas en las que siempre podemos descubrir nuevos realizadores y propuestas modestas concebidas al margen de las grandes industrias. Para eso sirve un festival.

Texto escrito por
Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.