miércoles, enero 31, 2007

Imprescindible visita al Teatro Valle-Inclán...


...a disfrutar de la fantástica puesta en escena de Un enemigo del pueblo. Entremos en detalle:

Corrupción, argucias, medios que pactan con el poder... ¿Vigencia del texto? Rotunda, y eso que Henrik Ibsen publicó en 1882 este ejercicio sobre la lucha por la verdad.

En una ciudad cuya principal atracción y fuente de riqueza es su balneario, el doctor Thomas Stockmann, un personaje controvertido e iluminado por el humanismo, descubre que el agua está contaminada. Su aviso tropieza con el rechazo frontal de los más influyentes del lugar y desata una guerra que trascenderá lo público y entrará en el ámbito más privado de los personajes.

Así comienza este drama, casi tragedia con Antígona moderna que podemos ver en el Teatro Valle-Inclán de Madrid. Una fábula sobre la democracia y las perversiones del sistema protagonizada por políticos incapaces en la gestión y muy hábiles para la demagogia. No se equivoque al pensar que usted, como espectador, no se verá reflejado aquí ya que todo texto político trata también sobre nuestro destino individual. Tras la carcasa, con ribetes sobre el entorno y la sociedad, se esconde una investigación del alma humana, como obras de Shakespeare y Beckett.

Como gestor del CDN Gerardo Vera se reserva la dirección de al menos un montaje por temporada. El que le ocupa, nada menos que del autor de Casa de muñecas, Peer Gynt y Espectros, siempre ha estado en la mochila. Los temores debido al discurso profundo pesaban más que las ganas de ver en acción a personajes que encarnan lo mejor y lo peor de la sociedad. Desempolvó el texto el año pasado, coincidiendo con el primer centenario de la muerte del Premio Nobel noruego y le propuso su adaptación a Juan Mayorga, "el re-escritor ideal de Ibsen".

Después de representar su Himmelweg. Camino del cielo, el que hace las delicias de grupos como Animalario y Ur Teatro, siguió en contacto activo con el CDN, primero en la adaptación de Divinas palabras y ahora con una obra compleja, con varias lecturas y digna de ser vista en el espacio del Valle-Inclán, donde el reparto, con Francesc Orella al frente, puede moverse a su antojo. La escenografía, limpia e ilusoria, también está al servicio de quienes son los verdaderos artífices del teatro para Vera: los actores.

Versionada por Arthur Miller y Christopher Hamptom y objeto de varias adaptaciones audiovisuales –una protagonizada en 1978 por Steve McQueen-, la obra suscita tanto interés que hoy día está en cartel gracias a un centenar de montajes. Mayorga no ha querido desvirtuar la esencia de Ibsen, limitándose a refrescar el lenguaje, dar mayor peso a los personajes femeninos principales (encarnados por Elisabet Gelabert, Olivia Molina y Ester Bellver) y trasladar la acción del siglo XIX al XXI. Esto se trasluce en una fábula moderna con televisiones locales y representantes vecinales y en una mayor confianza en el espectador, al que no hay que darle todo machacado.

Vera y Mayorga, mano a mano, subrayan el análisis profético que Ibsen (antecedente de Brecht) realiza acerca de la relación entre el poder y el supuesto periodismo independiente y el sacrificio de la verdad. Persiguen confrontar pragmatismo e idealismo, escenario y espectador: ¿no es el teatro el arte del conflicto? Para ello se bastan de ideas para discutir y emociones para experimentar, herramientas con las que quieren inquietar al receptor, hacerle pensar, y no tanto por su vigencia, sino por asestar un duro golpe a nuestra conciencia cívica como ciudadanos.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

martes, enero 30, 2007

Acento español en los Oscar 2006

Puede que no se lleven un Oscar pero será el año en que se pronuncien más nombres en español: triunfa el "Made in México" y Hollywood se rinde ante Penélope Cruz.

Babel, Infiltrados, Cartas desde Iwo Jima, Pequeña Miss Sunshine y La reina. Entre estos títulos está la mejor película de 2006. Optan a premio todos sus directores excepto los de la única cinta de corte independiente, que ceden su visado a Paul Greengrass (United 93). Dreamgirls, sobre The Supremes, cuenta con el máximo de candidaturas, un total de 8, 3 de ellas en la categoría a mejor canción.

El auge del cine políticamente incorrecto, ratificado en la pasada edición, ha dado paso a la marca hispana y al mestizaje en los equipos ya que además de los vecinos del sur hay 7 españoles –entre ellos los responsables de dos cortos-, 5 actores negros y la japonesa Rinko Kikuchi, una de las intérpretes reconocidas de Babel. La otra es Adriana Barraza. Cualquiera de las dos puede arrebatarle la estatuilla a Cate Blanchett, candidata por Diario de un escándalo. En la misma categoría de reparto concurren una de las Dreamgirls, Jennifer Hudson (ganadora de la versión norteamericana de Operación Triunfo), y la joven protagonista de Pequeña Miss Sunshine, Abigail Breslin, que a sus 10 años puede seguir los pasos de Tatum O’Neal y Anna Paquin, otras niñas oscarizadas.

La emoción de Salma Hayek durante el anuncio de las candidaturas queda justificada al dar por hecho el triunfo de sus compatriotas: 7 candidaturas para Babel, de Alejandro González-Iñárritu, 6 en el caso de El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro, y 3 opciones a premio para Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón. l éxito de la cinta protagonizada por Ivana Baquero, Ariadna Gil, Sergi López y Maribel Verdú nos toca más de cerca: la coproducción hispano-mexicana es la tercera película rodada en castellano más vista de la historia en EE.UU. y espera ser reconocida en la categorías de película en lengua no inglesa, dirección artística, fotografía, maquillaje, música y guión original.

El mejor actor del año saldrá de los siguientes nombres: Leonardo DiCaprio (Diamantes de sangre), Peter O’Toole (Venus), Will Smith (En busca de la felicidad), Forrest Whitaker (El último rey de Escocia) y Ryan Gosling (Half Nelson).

En el caso de las féminas, Helen Mirren es quien tiene más probabilidades, a juzgar por el Globo de Oro que ya tiene por La reina. Británicas también son Judi Dench (Diario de un escándalo) y Kate Winslet (Juegos secretos) y madrileña hasta la médula Penélope Cruz, que se enfrenta a su referente en el mundo de la interpretación, Meryl Streep (El diablo se viste de Prada), la única estadounidense que opta al galardón.

Aún no llega a los 33 años y se ha convertido en la primera actriz española que compite por un Oscar, 5 años después de la hazaña de Javier Bardem (Antes que anochezca). Es el mayor hito en lo que lleva de carrera: 35 títulos, un Goya (La niña de tus ojos), un David de Donatello (No te muevas), etc. Por su tercera cinta a las órdenes de Almodóvar se ha llevado la Palma de Plata en Cannes (a compartir con sus compañeras), un Premio del Cine Europeo, fue candidata a un Globo de Oro y puede recoger un Bafta británico, sin olvidarnos de los incontables premios nacionales.

Asegura que la candidatura es para su mentor en Volver, la cinta española con más proyección internacional desde que otra película, adivinen, arrasó en 2003: Hable con ella, Oscar al mejor guión y aspirante al de mejor dirección. La actriz se confiesa triste y confundida porque esperaba que Volver optase al Oscar a la mejor película en lengua extranjera al igual que El laberinto del fauno. Esperemos que "nuestra" representante se imponga a Las vidas de los otros (Alemania), Agua (Canadá), Después de la boda (Dinamarca) y Días de gloria (Argelia).

La suerte está echada y sólo sabemos el nombre de quien recogerá un Oscar, el honorífico: el compositor Ennio Morricone. La madrugada del 25 al 26 de febrero saldremos de dudas.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

jueves, enero 11, 2007

Candidaturas a los XXI Premios Goya: tarta para todos

Alatriste (15), Volver (14), El laberinto del fauno (13) y Salvador (11) copan las principales candidaturas a los galardones más esperados de nuestro cine.

Las cintas de Agustín Díaz-Yanes, Pedro Almodóvar y Manuel Huerga entraron en la carrera hacía el Oscar a la mejor película extranjera y la de Guillermo del Toro concurre por México. Parece que esta vez, los más de mil académicos con derecho a voto han seguido una línea de cordura hasta llegar a los XXI Premios Anuales de Cinematografía.

Con mucha lógica, los 4 directores son candidatos a premio, aunque no debemos obviar el hecho de que las principales aspirantes se den de bruces cuando hagamos el recuento final de premios. Sólo tenemos que recordar el chasco del año pasado, cuando la riña entre Obaba –10 opciones a premio, 1 estatuilla- y Princesas -de 9, sólo 3-, se saldó con el triunfo de La vida secreta de las palabras –de 5 se llevó 4- y la pedrea que recayó en 7 vírgenes. Y mencionamos ‘triunfo’ porque la que se impone a sus ‘rivales’ en la ceremonia con más glamour de nuestro cine ganan en prestigio y espectadores al vivir una segunda época de ‘estreno’, ya sea en salas o en DVD.

Cantado era que Penélope Cruz estuviese en el cuarteto de mejores actrices –veteranas conocidas de estos premios- junto a Maribel Verdú por El laberinto del fauno. Menos esperado, aunque muy acertado, es que completen la categoría Silvia Abascal, por La dama boba, y Marta Etura, que el año pasado concurrió con Para que no me olvides y este lo hace con AzulOscuroCasiNegro. Es una de las sorpresas agradables que ha deparado el listado de elegidas. La ópera prima de Daniel Sánchez-Arévalo tiene otras 5 candidaturas, entre ellas la de mejor director novel, un apartado en el que se verá las caras con Carlos Iglesias (Un franco, 14 pesetas), Javier Rebollo (Lo que sé de Lola) y Jorge Sánchez-Cabezudo (La noche de los girasoles).

No lo habíamos dicho, pero Almodóvar está contento porque en el reparto de opciones están representados todos los equipos de la película. Blanca Portillo agradecía que destacasen el hecho de que en Volver hay un equipo de mujeres que funciona y se da mucho amor. Las que fueron galardonadas con la Palma de Plata en Cannes optan a convertirse en la mejor actriz de reparto. Sólo una puede ensombrecer la alegría a Portillo, Carmen Maura y Lola Dueñas, y es Ariadna Gil, por haber enamorado al espadachín a sueldo interpretado por Viggo Mortensen.

Nos gustará o no la interpretación del neoyorquino pero al menos este año no se han sulfurado los que protestaron por la mención de Nicole Kidman por Los otros. El ‘honor’ patrio puede ser salvado por Sergi López (El laberinto...), Daniel Brühl (Salvador) y Juan Diego (Vete de mí). En la categoría de reparto el premio puede ir a Leonardo Sbaraglia (por el carcelero de Salvador), Juan Echanove (Quevedo en Alatriste), Antonio de la Torre (AzulOscuroCasiNegro) y Juan Diego Botto (Vete de mí).

De los Goya salen con impulso rostros desconocidos que pronto dejarán de serlo: en el caso de los chicos ya han dado qué hablar Quim Gutiérrez (AzulOscuroCasiNegro) y Alberto Amarilla (El camino de los ingleses), también Javier Cifrián (El Próximo Oriente) y Walter Vidarte (La noche de los girasoles). Al hablar de ellas, quédense con los nombres de la pequeña Ivana Baquero (puso contra la pared al fauno ya citado), Adriana Ugarte (compañera de Juanjo Ballesta en Cabeza de perro) y Verónica Echegui (chica Luna en Yo soy la Juani). Bebe, la cantante que se pasa a la interpretación, también puede ser mejor actriz revelación de 2006 por La educación de las hadas a pesar de que participó en los repartos de Al sur de Granada y El oro de Moscú, aunque esa mejor la olvidamos.

Echamos en falta la presencia de Javier Cámara por su Conde-Duque de Olivares y el reconocimiento a la dirección y la música de El camino de los ingleses, la segunda película dirigida por Antonio Banderas. La banda sonora de ¿Por qué se frotan las patitas? tampoco se destaca aunque sí la de Salvador, compuesta por Lluís Llach. Es verdad que todos no cabían, así que el año que viene podrían ser 5 aspirantes por categoría: ya que nos gusta tanto emular a los de Hollywood, tampoco sería extraño. Por cierto, vaya pensando qué película europea le gustó más: Copying Beethoven, El viento que agita la cebada, Scoop o La reina.

De aquí al último fin de semana de enero tenemos tiempo para hacer quinielas: puede que los académicos se olviden de premiar Alatriste, la película más cara del cine español hasta el momento, o de reconocer a Volver, en plena escalada hacia los Globos de Oro (mejor película extranjera y mejor actriz) y los Oscar, pero reserve hueco a la sorpresa porque es posible que desempaten Salvador o El laberinto del fauno.

Sólo sabemos que el productor Tedy Villalba recibirá el Goya de Honor y que Ángeles González-Sinde ofrecerá el discurso de apertura de la gala. Sucede como nueva presidenta de la Academia a Mercedes Sampietro y méritos no le faltan: debutó como directora con La suerte dormida, después de firmar los guiones de La buena estrella, Segunda piel y Los aires difíciles, entre otros.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Así fue el año 2006

El triunfo del cine ‘menos correcto’ en Hollywood, la carrera de fondo de Volver, los nuevos 007 y Superman, los 25 años de Indiana Jones...

El año comenzó con fuerza gracias al estreno de las grandes favoritas a los Oscar: Brokeback Mountain (Ang Lee), Crash (Paul Haggis), Buenas noches, y buena suerte (George Clooney), Truman Capote (Benett Miller) y Munich (Steven Spielberg). Fueron la excepción entre los títulos con presupuestos inflados y buena calidad, una relación reñida por lo general, como corrobora Pequeña Miss Sunshine, la revelación del año, por delante de otras sorpresas agradables como En la cumbre, Una historia de Brooklyn y Hard Candy. ¿Títulos prescindibles? Muchos y ya olvidados, así que quedémonos con lo bueno.

Regresó James Bond, menos fantástico que en sus anteriores entregas y con nuevo rostro, el de Daniel Craig. Durante meses provocó las más airadas críticas entre los seguidores del hijo más popular de Ian Fleming. Parece que no hubo nada mejor para desterrar polémicas que ver la Casino Royale, que muestra al espía 007 cuando aún no tiene licencia para matar. Woody Allen no cumple su promesa de rodar en Barcelona: al estreno de Scoop siguió otro proyecto londinense. Lo que si hace el genio neoyorquino es realzar, al menos en Europa, estrellas que quieren ser intérpretes (Scarlet Johansson) y actores que quieren llegar muy alto (Hugh Jackman). Martín Scorsese (Infiltrados) suele contribuir también a ello, lo mismo que Stephen Frears (La reina).

El cine apocalíptico con acento social llegó con V de Vendetta (James McTeigue) e Hijos de los hombres (Alfonso Cuarón), fábulas repletas de interrogantes abiertos y ambientadas en un futuro Reino Unido demasiado cercano. No convenció Oliver Stone por la lacrimógena forma de hurgar en las heridas del 11-S con World Trade Center, todo lo contrario de United 93 con la que Paul Greengrass (Bloody Sunday) demostró sus excelentes armas para narrar un episodio histórico con acierto –no hablamos de objetividad-.

En cuanto a festivales comenzamos por Berlín, donde ganó el León de Oro la contundente Grbavica, sobre las consecuencias de la guerra en Bosnia, y seguimos por Cannes, donde fueron abucheadas El código Da Vinci y María Antonieta. Almodóvar consiguió poner una pica en el palmarés compartida con Alejandro González-Iñárritu (mejor director por Babel) y Ken Loach (El viento que agita la cebada se llevó la Palma de Oro). Nuestro manchego con pasaporte al Oscar, opciones a los Globos de Oro, barrido en los Premios del Cine Europeo y flamante Príncipe de Asturias de las Artes no se fue con las manos vacías logrando un premio al guión y otro para sus chicas, un premio colectivo para Blanca Portillo, Carmen Maura, Yohana Cobo, Lola Dueñas y Penélope Cruz.

Ya en casa se estrenaron Daniel Sánchez Arévalo (AzulOscuroCasiNegro), Álvaro Begines (¿Por qué se frotan las patitas?), Iñaki Dorronsoro (La distancia) y Carlos Iglesias (Un Franco, 14 pesetas), vimos Alatriste, la producción más cara del cine español, el canto de Salvador, y regresó Antonio Banderas para mostrar irreverencia cinematográfica en la inteligente y poética El camino de los ingleses, donde se atisban algunos de los futuros valores de la interpretación ibérica. Ya veremos qué opinan en Sundance y en Berlín.

De Iberoamérica llegaron pocas noticias, lo mismo que del mercado asiático. No se nos olvida reseñar la trinidad mexicana, a la que pertenece Guillermo del Toro y El laberinto del fauno –posible competidora de Volver en los Oscar- y la muerte de tres creadores: Eduardo Mignogna (El faro del sur), Fabián Bielinsky (Nueve reinas) y Juan Pablo Rebella (Whisky). Celebramos los centenarios de John Huston, Billy Wilder, Luchino Visconti y Roberto Rossellini y también fallecieron Shoei Imamura, el documentalista Joaquín Jordá y el director de Surcos, José Antonio Nieves Conde, sin olvidarnos de dos divas de la canción que en su día nos saludaron desde la pantalla: Rocío Dúrcal y Rocío Jurado.

Paz Vega, Penélope Cruz y Elsa Pataky han tenido que hacerle un hueco en Los Ángeles a la joven Dafne Fernández, criada en el cine por Gerardo Herrero y Carlos Saura. El puente aéreo se completa con extranjeros que pasaron por nuestro país: Timothy Hutton (La caja Kovak), Julianne Moore (Savage Grace) y Adrien Brody (Manolete). Este año, mucho más.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.