sábado, octubre 28, 2006

Arranca Cinemad' 06

El más reciente cine alternativo y experimental... ¡y gratis!Del 17 al 25 de noviembre, los aficionados al cine de autor tienen una cita en distintos puntos de Madrid gracias a una nueva edición de la Semana de Cine Independiente y de Culto.

Con la de este año, son ya 13 las muestras de Cinemad que han visto la luz desde que la mítica Sala Revolver acogió las primeras proyecciones de una iniciativa que nació al tiempo que su hermano musical, el Festimad.

Aseguran sus organizadores que apuestan por lo novedoso y lo que es tan arriesgado que no tiene cabida en otras programaciones. A ellos acude el talento en bruto, una materia prima que más tarde los avispados productores se encargarán de modelar a su antojo.

Ilustres participantes

El libro de visitas de Cinemad tiene firmas que hoy son conocidas en todo el mundo pero no cuando proyectaron sus cortometrajes. ¿Les suena los nombres de Alejandro Amenábar, Santiago Segura y Alex de la Iglesia? Pues mucho le deben a este trampolín desde el que han saltado otros como Jaume Balagueró (Los sin nombre, Frágiles), Óscar Aibar (Atolladero, Platillos volantes) y Paco Plaza (El segundo nombre, Romasanta).

En anteriores ediciones Cinemad presentó a Santo, el enmascarado de plata, y atendió al cine de temática homosexual antes que nadie. También se encargó de rescatar figuras olvidadas, como la de Jess Franco, y menos explotadas, en el caso de John Waters; exploró el gore ibérico y dio a conocer al Wong Kar-Wai anterior a Deseando amar y 2046, sus cintas más aplaudidas y también las más recientes.

Completa programación

Películas escandalosas, valientes, originales, olvidadas... Espacio para la sorpresa y, por supuesto, también la divulgación. El nutrido programa de proyecciones no tiene nada que envidiar al de años pasados, sólo necesitamos tiempo para cubrir todas las sesiones de un festival abierto a todos gracias a sus baratas entradas por tan sólo 0 euros.

A este precio seguro que no hay quien se pierda los acercamientos a William Burroughs, cuya creación literaria ha sido fuente de inspiración a los largo del siglo XX, y a Seijun Suzuki, renovador del cine de género japonés. Podremos conocer más acerca de la trayectoria como actriz y realizadora de Asia Argento, hija del maestro europeo del cine de terror Darío Argento, y otra mujer, Louise Brooks, protagonizará una retrospectiva singular. La actriz más adelantada a su época, la de los años 20 y 30, marcó tendencia con su peinado y su atrevido estilo de interpretación, excesivo para sus compatriotas puritanos de Estados Unidos.

Las cinematografías más remotas tienen su hueco en esta semana. Es el caso de la turca, que durante los años 60 y 70 impulsó un cine fantástico sui generis que mezclaba acción y un toque de locura. Cinemad exhibirá dos de los títulos más representativos del género hecho en Turquía: Deathless Devil, de Yilmaz Atadeniz, protagonizado por un superhéroe enmascarado, y Tarkan, de Mehmet Aslan, que narra las aventuras de una especie de Conan turco.

Como viene siendo habitual, nuevos malditos españoles acoge 5 miradas a películas únicas en su género: La lengua asesina, de Alberto Sciamma; Mamá es boba, de Santiago Lorenzo; En penumbra, de Jose Luis Lozano; Poppers, de Jose María Castellví, y Fotos, de Elio Quiroga. Y no nos olvidamos del ciclo dedicado a los agentes secretos de serie B, otro con títulos de fuerte compromiso ecológico realizados con bastante pesimismo hace más de 30 años, el que rescata las películas menos vistas de David Cronenberg y el repaso a la vida profesional de Klaus Kinski.

A por los premios...

En el marco del festival se celebra el VII Concurso Internacional de Cortometrajes, uno de los más importantes de Europa por el montante en metálico de sus galardones y la variedad de categorías: ficción, ficción en 3 minutos, temática social, terror y ciencia ficción, videoclip y videocreación. Cada una está patrocinada por reconocidas marcas, como la productora El Deseo, factoría de los hermanos Almodóvar, el canal de televisión Calle 13 y la revista musical Mondosonoro.

...y la fama

El año pasado concurrieron 522 trabajos. Algunos de sus responsables seguirán la trayectoria de Nacho Vigalondo, un caso a destacar de todos los que pasaron por esta plataforma de lanzamiento, ya que se alzó con el primer premio en 2000 por Snuff movie y se consagró con 7:35 de la mañana, corto reconocido en 2004 no sólo por el jurado del festival sino también por los académicos de Hollywood, al seleccionarlo para un Oscar.

Es posible que este año se haya quedado con las ganas de participar pero tiene 365 días por delante para concebir al ganador del concurso a celebrar en 2007. Por lo pronto, eche un vistazo a la página web de Cinemad (http://www.cinemad.org) para no perderse todo lo que se cuece en materia de cine independiente y de culto.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en Turismo Madrid.

viernes, octubre 27, 2006

De documentales va la cosa

Hubo un tiempo en que llegaban a los cines con cuentagotas pero esto ha cambiado gracias al gusto del público, educado e influido por la incipiente conciencia social.

El género no lidera el desembarco de largometrajes de estreno, pero raro es el viernes que no se cuela entre la ficción un documental. En 2006 hemos podido ver aproximaciones a deportistas de fama mundial (Amando a Maradona) y a músicos como María Bethania y Javier Krahe, visiones de países lejanos (El perro mongol) e incluso una investigación ficcionada, El crimen de una novia, sobre la historia que inspiró a Lorca en Bodas de sangre.

Un fenómeno curioso es el protagonizado por directores consagrados que se adentran en el formato en función de sus intereses. El responsable de Contra la pared, Fatih Akin, nos permitió oír los sonidos de Estambul Cruzando el puente. Cada uno explora el territorio que le apetece. A Sydney Pollack por ejemplo le gusta la arquitectura y profesa desde hace años una amistad con el padre del Guggenheim de Bilbao y la Ciudad del Vino en La Rioja alavesa. Apuntes de Frank Gehry queda como un trabajo de referencia acerca de la vida y la obra de un genio contemporáneo.

La pelota vasca: la piel contra la piedra también rescató de la ficción a Julio Medem, que continúa en la brecha produciendo obras como ¿Qué tienes debajo del sombrero?, reflexión acerca del aislamiento que puede provocar una discapacidad. Dirigida por Lola Barrera e Iñaki Peñafiel, cuenta la vida de Juditt Scott, una escultora norteamericana de 62 años a la que le llega el reconocimiento internacional después de vivir 36 años en una institución psiquiátrica. Judith tiene Síndrome de Down y es sordomuda.

Los documentales suelen llevar implícitos una fuerte carga política, en ocasiones sazonada con ironía, miren a Michael Moore, ahora más aplacadito mientras estudia nuevos proyectos. De Italia nos llegó ¡Viva Zapatero! sobre un episodio de falta de libertad de expresión en medios italianos, y de reciente estreno es En la piel de Jacques Chirac, peculiar biografía del líder francés donde dos profesionales del periodismo parodian al dignatario mientras trazan un recorrido por 40 años de historia gala.

Destinados a poblar los estantes donde encontramos los DVD musicales, pasan primero por la cartelera algunas joyitas que harán felices a los incondicionales de ciertos compositores y grupos. Neil Young: Heart of Gold es una lujosa grabación de concierto realizada por Jonathan Demme (El silencio de los corderos). No es un seguimiento de la vida del artista, como lo es No direction home: Bob Dylan, realizado por Martín Scorsese, que 28 años después completa su documental The Band. The Last Waltz. Y no para, ya que acaba de anunciar el rodaje de otro sobre los Rolling Stones. En esta línea, The Devil and Daniel Johnston nos presenta a un cantautor de folk carne de productoras independientes. Creador irreverente y siempre haciendo equilibrios sobre las lindes de la esquizofrenia, el compositor tiene ya su intenso retrato después de 5 años de trabajo de Jeff Feuerzeig, un esfuerzo premiado en Sundance.

Siguiendo la estela de la Escuela Catalana de Documentales o innovando a su manera, los españoles apuestas por fórmulas que combinan géneros. Chema de la Peña (Isi/Disi. Amor a lo bestia) se anima a mezclar realidad y ficción en Sud Express, aprovechando el trazado ferroviario entre París y Lisboa. El realizador venía de relatarnos los derroteros de veteranos cineastas como Mario Camus, Carlos Saura, Manuel Summers y Basilio Martín Patino en De Salamanca a ninguna parte.

Hablando de hombres y mujeres del gremio llegamos a Cineastas en acción, con el que Carlos Benpar cierra su díptico sobre la manipulación que sufren por culpa de productores ingratos, iniciado con Cineastas contra magnates. Y pendientes estamos de otras propuestas: Una verdad incómoda, donde el ex vicepresidente Al Gore nos guía por los efectos devastadores del cambio climático, y El gran silencio, 160 minutos en el interior de un monasterio de monjes cartujos donde estaremos acompañados tan sólo por sonidos.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Avanzamos... "The Queen"


Paródico y sentimental es el vistazo que echa Stephen Frears a las dependencias del Palacio de Buckingham después de la tormenta que supuso la muerte de Lady Di en 1997.

Un curioso retrato contemporáneo que se tilda también de valentía al establecer ciertos lazos entre la casa real tutelada por Isabel II y los acontecimientos políticos y sociales que se sucedieron tras aquel acontecimiento.

Vuelve a casa un antimonárquico declarado que a sus 65 años se vanagloria de haber trabajado en diferentes frentes: ha hecho comedia con tinte social (Mi hermosa lavanderíA, Café irlandés, La camioneta), ha rebuscado en intrigas palaciegas a partir de lo escrito por Choderlos de Laclos y consigue como pocos aportar una mirada bastante sutil a los problemas del siglo XXI, como la inmigración ilegal en Negocios sucios. La cintas de este estilo las desarrolla en su terreno, en su Gran Bretaña natal, donde juega con elementos que conoce bien como la crítica ideológica y la ironía constructiva, mientras se evade con historias más frívolas en sus escapadas a EE.UU. donde ha rodado, entre otras, el western moderno Hi-Lo Country y la atractiva Alta fidelidad.

Si hay un área en el que Frears se siente seguro es en el de la política actual un nexo más de conexión con su compatriota Ken Loach, formado como él en la televisión de los 60 y 70. En Gran Bretaña se conocen muy bien sus trabajos para la pequeña pantalla, como The deal en el que presenta a Tony Blair en su carrera hacía el liderato del Partido Laborista, un personaje para él con más defectos que lindezas. En su último trabajo de ficción también ha querido hablar de otras ‘amistades peligrosas’, las de Blair con la reina de una institución que en su opinión cambiará cuando Isabel II ya no esté.

Lo correcto sería apuntar que The Queen trata acerca de ésta y otras relaciones en un ejercicio de cine inédito hasta el momento porque el de la monarquía es un tema tabú, en la isla británica, aunque más en Inglaterra que en las regiones colindantes. Levantando suspicacias durante su preparación, Frears, inteligente y mordaz, se divertía al afirmar que no estaba ante su película más política, pero sí la que contenía más políticos. Y un dato curioso nos lleva a la fotografía empleada: el responsable de Héroe por accidente y Mary Reilly ha querido resaltar el aire magnánimo de la que ocupa el trono real rodando las secuencias en las que aparece en 35 milímetros, confrontados, estilística y metafóricamente, a las imágenes de Tony Blair, en 16 mm.

Quizá porque resalta el lado más humano de una reina con carisma y criticada a partes iguales, la cinta ha levantado mucho revuelo dentro y fuera de sus fronteras. En lo que no hay duda es en que el grito es unánime al hablar de la interpretación de Helen Mirren. La actriz se alzó con la Copa Volpi en el pasado Festival de Venecia, incrementando los premios a su carrera como majestad: esta londinense, nacida en 1945, parece ya una experta en este tipo de papeles ya que apareció como reina en La locura del rey Jorge y en 2005 protagonizó la miniserie Elizabeth I, galardonada con 9 premios Emmy.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

jueves, octubre 26, 2006

El Circo del Sol levanta su carpa

Con la misma Alegría, pero con ánimos renovados. Así regresan los artistas y acróbatas trotamundos que evocan la fantasía del carnaval y la magia de los circos familiares de antaño.

Alegría es otro de sus viajes oníricos por mundos fantásticos. Itinerarios repletos de referencias reales, aunque lejanas en el tiempo, por el que nos conduce el hechizo que provoca el excelente manejo de la luz y el sonido.

Entramos en su territorio: el Grand Chapiteau es su casa, una gran carpa sobre 20.000 metros cuadrados. En esta ocasión acoge el que quizá es el más circense de sus montajes, al menos en cuanto a temática se refiere. Los canadienses recuperan una de sus más queridas obras, un homenaje al mundo de la tramoya mezclado con el espíritu de la familia.

53 artistas de una veintena de nacionalidades recrean el sueño envolvente cada noche. Tres de ellos participaron en el primer Alegría, que data de 1994, y desde entonces han representado la obra durante los 12 años que ha durado una gira mundial que pronto se dará por concluida. Despiden de los escenarios un montaje donde reyes, poetas y payasos conviven de la misma forma que lo hacían quienes, con sus carromatos de ilusión, recorrían los caminos de la vieja Europa.

Con Dralion mostraron el mestizaje, la leyenda, la fuerza de Asia y África y la mitología de los cuatro elementos de la naturaleza. Dos años después regresan a la capital con un montaje que fusiona jazz, pop, tango y klezmer, el sonido de los juglares ambulantes. Alegría fue su tarjeta de presentación en 1998 y su re-estreno ratifica el carácter itinerante del espectáculo con que iniciaron a los profanos en el mundo de los sueños.

Conquistaron a grandes y pequeños, crearon afición a una manera de concebir la escena a medio camino entre el espectáculo de circo, el drama teatral y el concierto de música. Dejaron tan buen sabor de boca en Madrid que no podían hacer otra cosa que programar Quidam y Saltimbanco. Pero el que ahora se repone supuso un hito en los 22 años de historia de esta factoría de imágenes y sonidos envolventes.

Más de 9 millones de personas han disfrutado de Alegría, una metáfora al plantear una lucha artística entre dos órdenes: uno más clásico que recuerda a la corte de Versalles en el siglo XVII, poblada por viejos pájaros pendientes de intrigas y sucesiones, y otro etéreo, representado por nínfas y bronx, la nueva generación encargada de cambiar el mundo. Una historia ilustrada con números de trapecios, trampolines, contorsionismo, barras y malabares.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

martes, octubre 24, 2006

El mañana ya está aquí... Un recorrido por las nuevas tendencias en la ciencia ficción

Nos empeñamos en no ver que el futuro tantas veces anunciado está a la vuelta de la esquina. El cine de comienzos del siglo XXI sabe rentabilizar nuestros miedos y peores augurios.

Sólo hay que echar un vistazo a recientes estrenos como Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón, y A Scanner Darkly, de Richard Linklater, basada en una novela del visionario Philip K. Dick

Nos marchamos al pasado para ver nuestro presente: vamos hasta 1982, año de estreno de Blade Runner, un clásico en el que Ridley Scott adaptaba ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968), relato también de Dick, inspirador al tiempo de películas como Desafío total, Minority report y Paycheck. Harrisson Ford hacía frente a una conspiración de autómatas revelados ante su condición de esclavos. Los replicantes no fueron los únicos con sentimientos ya que dos décadas más tarde Steven Spielberg dibujó su futuro particular en A.I. Inteligencia artificial y, con muchas dosis de acción, Will Smith correteó delante y detrás de maquinitas asesinas en Yo, robot.

La cuestión existencial mecanizada cedió ante los avances en el campo de la manipulación genética y la pérdida de derechos en función de nuestro ADN. A mediados de los 90 Gattaca nos dio un preaviso acerca de la búsqueda de la perfección humana, con Ethan Hawke, Uma Thurman y Jude Law controlando sus sentimientos para no dar que hablar. Una década más tarde, el siempre recomendable Michael Winterbottom (24 hours party people, En este mundo), respondió con Código 46, fábula trasnacional sobre inmigrantes, papeles y amores prohibidos por culpa de los genes.

Sobre los miedos que se propagan desde los mentideros políticos y el abuso de poder se puede establecer una categoría donde entran títulos míticos como 1984 y Fahrenheit 451 –apoyado en la desaparición de los libros- y V de Vendetta, con Natalie Portman. El género está lejos de apocalípticas visiones de un planeta destrozado por meteoritos (Armageddon, Deep impact) y las consecuencias del cambio climático (El día de mañana). Corremos más riesgo si no controlamos la mano del hombre, responsable de la propagación de virus como el que deja un rastro de infectados en Gran Bretaña tan sólo 28 días después de cometer un error. Un ejercicio, el de Danny Boyle, que parece inspirado en una cinta de serie B titulada La noche del cometa, acerca del paso fugaz de un astro que convertía a los seres humanos en polvo o en zombis sedientos de sangre limpia.

La trinidad mexicana formada por Del Toro, González-Iñárritu y Cuarón, ha hecho de 2006 una buena añada. Dejamos al primero como renovador del apartado fantástico con la excelente El laberinto del fauno y adelantamos que el director de Amores perros y 21 gramos traza en Babel un mundo dividido por las fronteras y las diferencias económicas. Es el día de hoy, donde se acentúan los miedos y las inseguridades. Todo ello presentado a través de la óptica de un cineasta complejo.

El tercero en discordia nos ha legado Hijos de los hombres, que condensa todo lo que queremos contar en estos párrafos. El mundo cambia a un ritmo que da vértigo y claro, influye en las formas de expresión, en el caso del cine, sugiriendo nuevos conceptos de ciencia ficción. Por lo general son películas necesarias que te quitan la venda de los ojos y avisan de que, como no paremos el rumbo del mundo, la fantasía futurista se convertirá en película histórica.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

martes, octubre 17, 2006

La "Alegría" del Circo del Sol


La compañía canadiense monta su carpa y permanece en Madrid hasta finales de noviembre.

Sus espectáculos son como sueños que se interrumpen una vez finalizado el conjunto de piezas que lo forman. Algo más de dos horas duran sus montajes, repletos de cuidados detalles y sensaciones milimetradas.

Hace 8 años se dieron a conocer en España con este mismo espectáculo, que precedió a otros como Quidam y Saltimbanco. Les ha sido favorable la respuesta del público español y por ello querían incluir Madrid y Barcelona -a partir del 22 de febrero- en su gira de despedida de los escenarios europeos, que llega tras 12 años con un título que aúna acrobacias, cuadros oníricos y más de 200 trajes y máscaras de aves fantásticas.

Cerca de 200.000 espectadores madrileños disfrutaron de Dralión en otoño de 2004. Aquella fue la última visita de una compañía que escapa a las formas de un circo al uso. Lo bueno crea afición y muchos tienen marcada en la agenda la fecha del 27 de octubre, día del re-estreno de Alegría en Madrid.

La misma esencia, nuevos números

Sus promotores reconocen que con Alegría hubo un antes y un después en los más de 22 años de historia de una institución convertida en franquicia cultural, con espectáculos repartidos por circuitos de todo el mundo y escenarios permanentes.

Toda la gente que en el año 2000 no sabía de la existencia de esta factoría circense de sueños, y por tanto no acudió al estreno de Alegría, tiene ahora la oportunidad de ser testigos de un carnaval que recuerda los circos familiares ambulantes que recorrían el viejo continente no hace tanto tiempo.

Vuelta a los orígenes

Hay que decir que más allá del argumento, estamos ante una filosofía de vida, aunque la bohemia del circo se adapta a los tiempos que corren. La gran familia compuesta por 150 personas, entre artistas y técnicos, ya no duerme en carromatos y caravanas, sino en hoteles y apartamentos.

Desde 1994, 9 millones de espectadores de 15 países diferentes han disfrutado del más barroco de los montajes de un circo donde no aparecen fieras sino bufones, trovadores, mendigos, viejos aristócratas, niños y payasos. El más joven del medio centenar de artistas tiene 11 años y el más veterano, 64.

Todos bailan al ritmo de la música compuesta para este montaje, pura emoción que brota de la fusión entre jazz, pop, tango y klezmer, sones propios de los judíos que habitaron la Europa oriental y aprehendidos por los juglares ambulantes con acordeón incorporado. Una banda sonora que se incluye en el álbum más vendido de todos los productos de la marca Cirque du Soleil, doble garantía de éxito y calidad.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en Conturmadrid.com.

El Festival de Otoño inunda de vanguardia 35 escenarios


Teatro, música y danza conforman el sugerente menú de degustación escénica hasta el 9 de noviembre.

El principal evento de artes escénicas de la Comunidad de Madrid vuelve con la caída de las hojas de los árboles. El certamen otoñal está en la mente de los programadores internacionales y prueba de ello son los 7 estrenos absolutos y la visita de formaciones extranjeras, 28 en esta edición, que viajan hasta 35 espacios de la Comunidad de Madrid: 15 en la capital y 20 repartidos por otros tantos municipios.

Primeras figuras del teatro contemporáneo suben a los escenarios sus últimas creaciones. Es el caso de Robert Lepage, autor, director e intérprete que nos cuenta cómo es la dura vida de un compositor en The Andersen project, y el de Pina Bausch, considerada como la reina de la danza dramatizada, que en Nefés nos describe su Estambul particular. No olvidamos la presencia del londinense Peter Brook, quien a sus 81 años pone de manifiesto con Sizwe Banzi est mort su maestría unida a un conflicto tan sangrante como el de la inmigración.

Más vanguardia que tradición

Shakespeare, Goethe y Chejov regresan trasmutados gracias a los novedosos enfoques del siglo XXI. También se homenajea con Función Beckett al autor de piezas como Esperando a Godot en el centenario de su nacimiento. En esta época de mezcla de culturas, el término 'fusión' volverá a ser el más repetido en las reseñas de las obras y atenderemos a nuevas miradas a la danza, como las que resalta el Nuevo Ballet Español en Alma, con coreografías de Ángel Rojas y Carlos Rodríguez.

Condensar en sólo unos párrafos la actividad programada durante un mes es tarea difícil pero sí podemos destacar las claves de un certamen que casi no necesita presentación. Los gestores de los principales recintos escénicos saben que por estas fechas deben dejar hueco para acoger los montajes más atrevidos, sugerentes e incluso irreverentes. El festival, con 23 años de experiencia, se ha convertido en el mejor laboratorio escénico, sirviendo de ejemplo a otras iniciativas más alternativas como la invernal Escena Contemporánea.

Medio Madrid a escena

El espectador ávido de nuevas propuestas tiene una primera misión: la de hacerse con un programa de mano donde se reseñen los 37 títulos catalogados como música (4), danza (10) y teatro (23). Otra forma práctica de conocer la principales citas de un evento de por si principal es consultar la agenda de recintos como el Teatro de La Abadía, la Cuarta Pared, el Centro Dramático Nacional y el Teatro Albéniz, entre otros.

Las peripecias del soñador Peer Gynt, de Henrik Ibsen, serán escenificadas allí por la formación del Teatro Romea bajo la dirección de Calixto Bieito. El dramaturgo y director de escena se fue hasta la Noruega natal del autor de Casa de muñecas para rendirle tributo al cumplirse el primer centenario de su muerte. Entre la representación española, 7 compañías de las 35 que actúan, destaca Ur Teatro y el tándem formado por Helena Pimenta -una de nuestras mejores especialistas en Shakespeare- y Juan Mayorga -autor preferido por Animalario-, que presentan El chico de la última fila en el Círculo de Bellas Artes.

Coincidiendo con el festival, del 20 al 23 de octubre, tiene lugar en esta institución cultural el VII Salón Internacional del Libro Teatral bajo el lema 'El teatro también se lee'.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en Conturmadrid.com.

viernes, octubre 13, 2006

"Mar y Cielo" atraca en la Gran Vía


Un galeón tripulado por 11 temibles piratas aborda una nave valenciana en el Mediterráneo. Lo hace casi dos décadas después de que zarpara la primera producción de Mar y Cielo.

En 1988 pocos apostaban por una fórmula escénica que tan sólo 10 años después se convertía en moda y, tras otra década, en cantera de trabajo gracias a la especialización de escuelas y creación de factorías. Los transgresores responsables de Noche de San Juan, Glups! y El Mikado, se entregaron a la aventura de poner en marcha el primer musical de producción 100% nacional, que desembarcó en 1989 en el Teatro Albéniz, donde estuvo varado durante cuatro meses.

El público es más receptivo ahora, aunque no se quejan de la trayectoria de este amor imposible a partir de un drama histórico de Ángel Guimerá ambientado en el siglo XVII, 20 años después de la expulsión de los musulmanes del reino (300.000 en pocos días de 1609). La pasión surgida entre Saïd y Blanca aboga por la difícil integración de civilizaciones, algo que dota al musical de vigencia y acucia su lado didáctico.

Inteligente faceta de Dagoll Dagom, la de fomentar la asistencia juvenil con funciones escolares, ya que además de encauzar una incipiente afición, ganan futuros espectadores. Muchos de los niños que canturreaban las canciones del primer Mar i Cel son hoy maestros que llevan a sus alumnos al teatro a ver el impresionante navío de 9 metros de alto, 3 de ancho y 10 de eslora, una pieza real de exposición en el Museo Marítimo de Barcelona.

La mítica compañía quería festejar de manera especial sus primeros 30 años en escena y para ello nada mejor que convertir en pastel su producción más conocida y celebrada, "un canto ingenuo a la tolerancia y la comprensión" . La primera temporada, en catalán, se saldó con 4 Premios Max y cerca de 1.000 representaciones desde 2004. Afrontan la segunda con un equipo de actores y músicos renovado. La representan en castellano por motivos obvios, pero también cumpliendo la cuestión lingüística y cultural que siempre han defendido, con encargos a traductores ilustres como Juan Marsé y Jaime Gil de Biedma, y la firma, en este caso, de Guillermo Ramos, Premio Nacional de Traducción.

El arco temporal se cierra con una versión que recupera artistas del montaje originario, como Carlos Gramaje, aunque en los roles ha influido el inexorable avance de la edad. La que le enamora es Julia Möller, que aparca las representaciones londinenses de Los Miserables y vuelve al Broadway madrileño cambiando de acera, ya que fue uno de los rostros de La Bella y la bestia y El fantasma de la ópera. Los protagonistas, entre los que destacan Víctor Ullate y Carlos Álvarez, se han curtido en el teatro de texto, la zarzuela, la ópera y los musicales.

Una orquesta de 30 músicos, en dos formaciones, y varios acróbatas –entre los que hay hasta un gimnasta olímpico, Raúl Grau- contribuyen a levantar cada tarde el telón en el Teatro Gran Vía de Madrid. Una buena oportunidad para ver navegando, sin zozobrar, a una de las compañías más solventes y atrevidas de nuestra tradición escénica.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

miércoles, octubre 11, 2006

Avanzamos... "Hijos de los hombres"

Alfonso Cuarón pone en primera línea la degradación del ser humano en un presente dominado por la corrupción, el terrorismo, el miedo al otro, la inmigración y la falta de conciencia ecológica.

Hay un nuevo género dentro de la ciencia ficción en el que incluimos títulos míticos como Fahrenheit 451 y 1984, y recientes como Gattaca, Código 46 y Aeon flux, cada una con un estilo propio. Todas ellas hablan del mañana en términos tangibles, sin teorizar acerca de androides y extraterrestres que se pelean por dominarnos. Se enmarca aquí Babel, del mexicano Alejandro González Iñárritu (Amores perros, 21 gramos) y el último trabajo de su compatriota Alfonso Cuarón, que después de dirigir Harry Potter y el prisionero de Azkabán ha viajado a ese futuro apocalíptico por desgracia no tan lejano.

Y lo ha hecho teniendo como guía a Clive Owen (Closer, Plan oculto), convertido en el cuarentón de moda: no es un galán pero tiene tipo de hombre corriente. Otra característica de este nuevo cine: las visiones que presentan el mundo que se nos avecina están llenas de hombres y mujeres ‘reales’, como Julianne Moore y Michael Caine.

Ambientada en el Londres del año 2027, la historia trata acerca de la separación entre ricos y pobres y el papel de las fronteras, algo que ya remarcó con acierto Michael Winterbottom en Código 46: ‘los que viven dentro (de la ciudad), enfrentados a los que están fuera’. La diferencia de matiz en esa sentencia es mínima pero suficiente para remover conciencias. Basada en la novela Children of men, de la británica P.D. James, la película se aleja de alienígenas invasores y robots inteligentes para acercarnos a nuestro principal verdugo: el hombre.

Dice Cuarón que más que aportar una visión negativa de lo que se nos avecina, propone una mirada bastante realista al tiempo que nos ha tocado vivir y vamos a dejar de herencia a la siguiente generación. Es de esas películas donde no sabemos si los personajes existen o sólo están en la imaginación, pero la idea que transmite es más de pesadilla que de sueño. Nuestros descendientes son seres que pululan por un terreno agónico pero cercano e identificable, lleno de campos de refugiados y con pocos toques futuristas, a diferencia de los empleados en títulos que en los 80 mostraban el siglo XXI.

En 2009 nació el último bebé pero esa no es la peor noticia: las mujeres han perdido su capacidad de engendrar niños y los salvajes efectos de la tan manida globalización han acentuado el racismo y la xenofobia en lugar de estrechar lazos. Se colocan bombas para derrocar el estado policial y la omisión de libertades, como en V de Vendetta. Y aunque pueda parecer chocante no nos extraña todo lo que narra Cuarón con imágenes que están inspiradas en los informativos que vemos a diario. Destaca el tono semi-documental apoyado en la fotografía de Emmanuel Lubezki (El nuevo mundo, Y tu mamá también), premiada en la Mostra de Venecia. Allí la película recogió buenas críticas, al igual que en San Sebastián.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

martes, octubre 10, 2006

"Solas", un año de bienes

Hace tiempo un joven sevillano condensó lo negativo de la soledad y la incomunicación y lo esperanzador de la ternura y la bondad.

La historia, con una madre, una hija y un vecino como protagonistas, se convirtió en una de las cintas más valoradas del cine de español reciente y llega ahora a Madrid tras su gira por diferentes ciudades españolas.

Lola Herrera y Natalia Dicenta comparten con María Galiana y Ana Fernández la pasión por la interpretación y su maestría, aunque a la primera pareja cuenta con algo más que las hace diferentes: madre e hija en la vida real, fueron las elegidas para llevar a escena una desgarradora historia sobre los sentimientos que se van ocultando en lo más profundo del alma para no mostrar debilidad, para no sufrir, para sobrevivir.

Una adaptación que conserva la esencia de la cinta estrenada en 1999 y transmuta gracias al espíritu formal y estético del teatro: escenas cortas, transiciones rápidas a partir del juego con las luces y el sonido, siempre al servicio del relato y otorgando importancia a los silencios.
Al frente del montaje está José Carlos Plaza, el responsable de más de 50 producciones que lleva un año entregado a este trozo de vida, "un moderno poema sobre nosotros y nuestra soledad".
A lo largo de 26 estrofas, Solas cuenta muchas cosas con la crudeza del maltrato de la mujer como telón de fondo, pero el grito desgarrador puede convertirse en llanto pausado al vislumbrarse la esperanza y el amor: la gran ciudad, cada vez más despiadada, egoísta y deshumanizada, alberga pequeñas parcelas donde sus moradores ponen el freno al ritmo vertiginoso.

Con este texto catártico, "un viaje nutritivo y cómplice", las dos actrices se reencuentran sobre el escenario después de 12 años. En el recuerdo quedarán obras como Las amargas lágrimas de Petra von Kant, de Fassbinder, representada hace casi dos décadas, y la magistral pieza del Centro Andaluz de Teatro, Pentación, que sigue camino haciendo breves paradas desde que se estrenó en febrero de 2005 en el Teatro Central de Sevilla.

Herrera da vida a Rosa, una mujer que sufre en silencio los desprecios de su marido incluso cuando éste se encuentra hospitalizado en la ciudad. Interpretar este regalo le ha permitido a la vallisoletana de 70 años dar el difícil salto a donde tiene que estar, dejándose las canas, algo que a una actriz le cuesta mucho aceptar. Por su parte Dicenta afronta cada noche un proceso de transformación física y mental que no está siendo fácil: la actriz de La zapatera prodigiosa llevaba 7 años alejada de las tablas y regresa al medio poniendo a su personaje al límite, al borde del alcoholismo, y dando un cambio brusco cuando atisba un mejor horizonte al regresar a su vida su anciana madre y conocer a un solitario vecino, con quien entablará una relación basada en el afecto y la comprensión mutua.

Carlos Álvarez-Novoa es precisamente el único actor rescatado de la película, adaptada por Antonio Onetti (autor de los guiones de Padre Coraje, El Lobo y GAL). Ambos coinciden en lo atractivo que resulta ver a todo el reparto construyendo sus personajes a pesar de tener el referente cinematográfico tan anclado en sus memorias y en la de todos nosotros.

Es esa renovación de la puesta en escena emprendida por director y la interpretación de los actores la que otorga frescura a una historia vigente de por vida al condensar sentimientos universales.

Una pequeña joya para amantes del teatro directo que además del calor del público les ha valido 5 candidaturas a los Premios Max –las actrices aspiran a un galardón junto a Nuria Espert (La celestina)- y el reciente Fotogramas de Plata a la mejor actriz de teatro para la incombustible protagonista de Cinco horas con Mario.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

¿Has llegado hasta aquí y te has quedado con ganas de saber más? Pues sigue leyendo...

"Solas" hace un año.

Crítica: "Solas".

"El código Da vinci": del papel a la pantalla

Un asesinato en el Museo del Louvre de Paris. En medio de una trama compleja aparecen implicados un experto en Simbología (Tom Hanks) y una afamada criptóloga.

Son sólo los cabezas de turco de una macro conspiración o mafia a gran escala que puede poner en tela de juicio el papel de la actual Iglesia y la propia religión católica.

El escritor Dan Brown asesta un duro golpe cuando plantea una investigación policial en medio de un debate histórico-religioso: la posible relación que habrían mantenido Jesús y María Magdalena, la prostituta a la que libró de un castigo público. Sumando a esto un análisis bastante inexacto y acelerado de las obras pictóricas de Leonardo Da Vinci (La Gioconda, La virgen de la Roca, La última cena, El hombre de Vitruvio), las críticas al Opus Dei, a la cúpula del Vaticano y otros asuntos que no deben ser descubiertas para el disfrute completo de quienes vayan a leer el libro o ver la película.

Dirigida por Ron Howard (Una mente maravillosa, Cinderella man), la película no fue concebida como un calco aunque si es muy fiel a la novela, de la que se han vendido hasta el momento 25 millones de copias en 44 idiomas diferentes. El veterano cineasta lanzaba al aire su pretensión de que El código Da Vinci, la película, se contemplase como un thriller que parte del interés que suscitó el libro desde su lanzamiento, hace más de tres años.

Hanks sólo es un reclamo menor en comparación con el propio libro y las ideas que aseguran que el personaje de Jesús fue un montaje y que María Magdalena –supuestamente enterrada bajo la pirámide cristal del Louvre- encarna la parte femenina del catolicismo, borrada por los partidarios del apóstol Pedro. El código Da Vinci está dispuesto a reventar las taquillas a partir del 19 de mayo, cuando tenga lugar su estreno mundial tras el pase en la inauguración del próximo Festival de Cannes.

La polémica vino dada durante el rodaje, bajo un secreto máximo en París, Londres, Roma, Malta… Precedida de las críticas que ya suscitó la publicación de la obra literaria de cara a su estreno, desde las altas instancias del Opus Dei se ha pedido que Sony-Columbia, la productora-distribuidora que está detrás de la cinta, puntualice que ‘cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia’. Y a finales de abril, los responsables de la Iglesia en Roma, solicitaron el desmontaje de una valla publicitaria de la cinta en un templo de la capital italiana. ¿Campaña publicitaria o verdadera polémica?

El actor norteamericano, que vuelve a trabajar con Howard (Apolo XIII, Un, dos, tres… ¡splash!), reconoce que ha hecho más de una veintena de películas, de las que sólo cinco merecen la pena. ¿Qué opinará acerca de la adaptación sobre este millonario éxito de ventas por la que ha cobrado 20 millones de euros? Lo cierto es que poco hablan los actores que durante varios meses se introdujeron en la trama. Audrey Tautou, Jean Reno, Paul Bettany, Ian McKellen, Alfred Molina... Y eso que cobraron menos (Tautou no llegó al millón).

Reparto internacional para una apuesta de 100 millones de euros que no dejará indiferente a los lectores de un libro ni a los "no-lectores", tampoco a aquellos que pensaban que esta trama era más cinematográfica que literaria. ¿Qué se esconde tras el secreto más grande jamás contado? La respuesta, en cines de todo el mundo.

Texto escrito por Daniel Galindo.

Si quieres conocer mejor a los intérpretes principales de la película, echa un ojo a estos enlaces:

Perfil de Audrey Tautou.

Perfil de Tom Hanks.

"Lola": el mito se hace carne


Ni documental, ni historia exacta sobre la vida de uno de los personajes más influyentes en la cultura y la sociedad española de la segunda mitad del siglo XX.

Lola, la película no es un largometraje biográfico al uso sino una historia basada en su vida y el ambiente en que creció como mujer y artista. No se cansa al repetirlo una y otra vez su director, Miguel Hermoso. Ahonda en eso y en la idea de que ha intentado hacer la película que a Lola Flores le hubiese gustado interpretar.

A comienzos de 2007 tendrá lugar su estreno en pantallas, justificando los cinco millones de euros que ha costado este viaje audiovisual que nos lleva desde 1935 hasta 1957 de manos la niña de 8 años que decide ser bailarina, la que con 13 años actúa por primera vez junto a Manolo Caracol y la joven que se quiere dedicar al arte a pesar de las dificultades, que eran muchas. La acción termina justo cuando Lola inicia su noviazgo con el que sería padre de sus tres hijos, Antonio Gonzalez ‘El Pescaílla’, al que da vida el joven Alfonso Begara (Camarón).

Un arduo trabajo de cásting dio con la actriz que tiene el reto de encarnar, acercarse al menos, a ‘La Faraona’, un torbellino, un potro desbocado, con fuerza, sensibilidad y temperamento. Integrante hasta ahora del grupo musical Papá Levante, la gaditana Gala Évora debuta en el cine a sabiendas de que la artista a la que interpreta es irrepetible. Asegura Hermoso que el temor inicial ha servido para que la joven cimentase su papel con respeto, humildad y mucho sentimiento. El resto viene solo, a veces incluso por casualidad, y si no lo creen basta con fijarse en el parecido evidente de Évora con Lola Flores: su mirada, su nariz e incluso sus gestos son prácticamente iguales.

Sin olvidar a la protagonista absoluta no se nos puede escapar que Hermoso articula en torno a ella un vasto panorama histórico, recreando la situación de una España en plena posguerra a través de los inicios artísticos de una joven andaluza, centrándose en el lado más familiar y humano de la mujer que falleció el 16 de mayo de 1995. Esto les abre puertas a la hora de permitirse licencias con las que construir una percepción general del mito.

Kiti Manver, Antonio Dechent y Carlos Hipólito completan el reparto en el que también aparecen Ana Fernández y José Luis García Pérez, ambos incluyen este en la larga lista de proyectos que tienen pendientes, algunos además en los que vuelven a compartir más de una secuencia, como el segundo largometraje de Pablo Malo (Frío sol de invierno). La protagonista de cintas como Pasos, Morir en San Hilario y Sin ti será la madre de la artista, un personaje que le gusta por ser valiente y recordarle a las mujeres de su familia. García Pérez (Los aires difíciles, Arena en los bolsillos), sevillano como Fernández, se convierte en Manolo Caracol, un rol que le tiene abducido por el tanque de arte y vida que era como persona.

A punto de finalizar el rodaje de la cinta, el cineasta granadino se regocija al verla como un hito en su filmografía (Truhanes, Fugitivas, La luz prodigiosa). Un guión poderoso, una protagonista fortísima y un vestuario espectacular son, a su juicio, las bazas principales de su novena película, además de la acertada elección de los equipos artístico y técnico: un ejemplo es que al frente del trabajo coreográfico está la bailaora Cristina Hoyos, ilusionada ante la posibilidad de acercar la forma de bailar en aquellos años y de poner en acción a la jerezana y a Manolo Caracol.

La familia Flores conoce el proyecto desde su concepción, aunque tanto Lolita como Rosario, embarcadas en sus proyectos teatrales y musicales, no han podido estar en el rodaje todo lo que les hubiese gustado, quizás porque no comparten la dramatización de los hechos contemplados en el guión de Antonio Onetti (Padre Coraje, El Lobo, GAL). Tirando de la lengua a los responsables se atisba el deseo de las herederas de que la primera película sobre su figura sólo contase las cosas buenas de la vida de su madre, grande y única.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

¿Hacia dónde va el cine español?

Interesante pregunta por su difícil respuesta... Una media de dos estrenos españoles llega cada semana a las carteleras. Para un defensor a ultranza del producto hecho aquí resulta doloroso reconocer que, entre tanta morralla, destaca un título o dos cada semestre.

Entre cineastas que de manera equivocada repiten patrones, mandando al garete títulos que a priori atraen todas las miradas -Tirante el Blanco, de Vicente Aranda, es un ejemplo- y supuestas nuevas miradas que no lo son tanto -Remake, de Roger Gual-, carentes de emoción y garra, me quedo con AzulOscuroCasiNegro, de Daniel Sánchez Arévalo.

De cara al verano se espera un aluvión de estrenos nacionales que acentúan la diversidad de géneros y formatos. Un buen termómetro de cómo va la industria pudo ser el pasado Festival de Málaga al que, a partes iguales, le salen críticas de cacicada y valoraciones acertadas como escaparate del cine español a estrenar en el segundo trimestre del año.

Tres largometrajes se repartieron los premios del palmarés: AzulOscuroCasiNegro, con el que Daniel Sánchez Arévalo concilió a crítica, jurado y público, Un franco, 14 pesetas, emotivo debut en la dirección del actor Carlos Iglesias, y La dama boba, apuesta de Manuel Iborra en una industria que no contempla a los clásicos –salvando una excepción cada década, como El perro del hortelano, de Pilar Miró-. El galardón de mejor película correspondió a una correcta pero no espléndida Los aires difíciles, de Gerardo Herrero, y el de mejor director a David Trueba por Bienvenido a casa...

¿Pastel para todos? Al menos esa es la sensación que nos queda de un evento que en 9 años se ha consolidado como la cita más importante de nuestro cine después de los premios anuales de la Academia. Imanol Arias, presidente del jurado del último certamen malagueño, destacaba la selección cuidada e interesante de un festival en el que ‘ganas viniendo y luego, si hay un premio, pues eso que te llevas’. Sólo hubo un premio por unanimidad, el de mejor actriz a Silvia Abascal (La dama boba) aclarando que en un jurado de siete personas, ‘gana una película y la segunda no gana, pero tampoco pierde’. Las palabras del actor servían para justificar la ganadora oficial y el triunfo un tanto amargo de otra ‘la que todos imaginamos, que ha estado muy cerca’, refiriéndose a la ópera prima de Sánchez Arévalo, ‘un joven director que surge aportando una nueva mirada’.

Sobre las carteleras van goteando excelentes trabajos de directores debutantes y títulos más mediocres de cineastas bien conocidos por el público, incapaces de arriesgar aunque esto no va con Iborra (El tiempo de la felicidad), responsable de la sobresaliente versión del clásico de Lope de Vega. Del segundo grupo no destacaremos a ningún cineasta aunque del primero nos quedamos con Carlos Iglesias que elabora en Un franco, 14 pesetas un sentido y divertido retrato de la emigración española a finales de los años 60.

Roger Gual (Smoking room) y Sigfrid Monleón (La isla del holandés) seguirán imprimiendo su sello a productos audiovisuales interesantes pero de dudosa aceptación por el público: el primero nos llevará a una masía catalana por medio de Remake que relata un encuentro entre jóvenes y sus progenitores rodado en alta definición y con pocos medios, salvo la materia humana que aportan los actores; Monleón por su parte propone un comprometido retrato de tres generaciones a través de un medio de locomoción tan usual como alternativo, La bicicleta.

El género documental continúa ganando adeptos y prueba de ello es el estreno en mayo de Estrellas de la línea, la visión de Chema Rodríguez sobre un grupo de mujeres que hacen la calle en Guatemala y forman un equipo de fútbol. También se colarán en las carteleras Objetivo: Irak, ofreciendo una visión de los iraquíes como pueblo, y Aguaviva, que recoge la experiencia de un pueblo de Teruel cuyo alcalde pretende revitalizar ofreciendo casa y trabajo a inmigrantes.

Y no queremos olvidarnos de la animación que goza de buena salud: después del estreno de Gisaku hace unas semanas, le llega el turno a El guerrero sin nombre, confirmando el interés de la industria por un sector que poco a poco ha ido dando frutos.

Texto escrito por Daniel Galindo.

De la periferia a la pantalla

Arcaico ha quedado el hecho de que Madrid y Barcelona fueran los únicos lugares donde un profesional podía dedicarse al cine. A decir verdad todavía suena a un pasado no muy lejano, aquel en el que los jóvenes que querían trabajar en una película debían coger una maleta y marcharse en busca de fortuna.

El nacimiento de las cadenas de televisión autonómica a mediados y finales de los 80 propició que fuera tomando forma un entramado audiovisual allí donde había que rellenar una parrilla de programación. Galicia, Euskadi, la Comunidad Valenciana y Andalucía se sumaban a los tradicionales focos de empleo para los profesionales artísticos y técnicos del gremio.

Ya en los 90, películas como Solas sirvieron de tarjeta de presentación a una incipiente industria regional a la que, no nos engañemos, le hubiera costado arrancar sin el apoyo directo de los mecanismos de producción establecidos desde Madrid. Aún con el trabajo bien hecho había que luchar contra tópicos y arquetipos que lastraban a ciertos personajes "de provincias" por culpa sobre todo de determinadas series de ficción emitidas para todo el territorio nacional.

El mayor consumo de cine español y la diversificación de su origen hicieron que quedase anquilosado el episodio que llevaba a muchos actores a abandonar su tierra natal y emprender una nueva vida en una capital que a priori brindaba más oportunidades de trabajo. El caso de los conocidos María Barranco y Antonio Banderas, que dejaron atrás Málaga hace casi 25 años, pronto será relato legendario, al igual que el de otros tantos.

La cartelera actual nos permite distinguir el caso concreto de los intérpretes nacidos en el sur de España. La recién estrenada Los aires difíciles, de Gerardo Herrero, vaticina un nuevo desembarco de rostros conocidos en Andalucía gracias a productos televisivos como Plaza Alta y Arrayán, que ya empiezan a ser familiares gracias al cine: Cuca Escribano (Poniente) y José Luis García Pérez (Cachorro, Héctor) deambulan por la misma senda que siguieron hace ya una década Ana Fernández, María Galiana y Antonio Dechent –que también participa en Los aires...-, si tomamos como ejemplo la ópera prima de Benito Zambrano.

Tanto Escribano como García Pérez se han hecho un hueco en el cine de factura nacional. Ella acaba de rodar a las órdenes de Antonio Banderas en El camino de los ingleses; él ha llevado a concurso al Festival de Málaga otra cinta, Arena en los bolsillos, donde encarna a un maltratador. No se trata de dos casos aislados ya que promesas ya confirmadas, como la cordobesa Macarena Gómez (Platillos volantes) y la sevillana Verónica Sánchez (Al sur de Granada) estrenaron el pasado año El Calentito, de Chus Gutierrez, y desde entonces no han dejado de trabajar: a Sánchez la vimos en Los 2 lados de la cama y Gómez llega a la pantalla grande como hermana lista de La dama boba, de Manuel Iborra.

Y si un malagueño como Banderas protagonizó algunos de los primeros éxitos de Almodóvar, otro, Antonio de la Torre –con Azul oscuro casi negro pendiente de estreno- constituye la cuota masculina de Volver, la última cinta del cineasta manchego. Como pueden comprobar, hay sitio para todos.

Texto escrito por Daniel Galindo.

Anuncios de cine: un gran negocio

Sobre incursiones cinematográficas en la publicidad...

Por regla general hay actores que no quieren ver manchada su imagen profesional por una desmedida presencia en anuncios, vallas y páginas publicitarias. Los más atrevidos son los que empiezan en el mundo de la interpretación que explotan esta faceta basándose en su tirón mediático.

¿Dinero fácil para un actor? La respuesta, un tanto paródica, la encontramos en la imagen de Bill Murray en Lost in translation, de Sofia Coppola. Una estrella de Hollywood perdida en Tokio y a expensas de los designios de un excéntrico realizador de anuncios publicitarios. Pero el caso no es ilusorio ya que son muchos los actores que pretenden no quemar su lado más artístico en sus países de origen y cruzan el Pacífico para protagonizar anuncios publicitarios que deleiten a los consumidores nipones. Es el caso de Richard Gere, Natalie Portman, Ewan McGregor, Cameron Diaz y Nicolas Cage.

Si contemplamos la televisión española comprobamos como nuestros actores son menos pudorosos. El chollo no se les va a acabar pero un estudio reciente les acaba de desbancar de los primeros puestos en cuanto a rostros populares para publicidad, aunque cabe preguntarse si es anterior a la posibilidad de ver el trasero de Eduardo Noriega y su cara empapelando las fachadas de los principales edificios de nuestra geografía. El informe del barómetro Personality Media destaca que el grueso de la población mayor de 14 años valora más a cocineros, deportistas y modelos, sin olvidar a los personajes del papel cuché y presentadores de la pequeña pantalla.

No tenemos constancia de que un famoso haga subir la ventas de un producto determinado, pero si que le confiere cierto halo de elitismo. Muchos recordamos el anuncio de una famosa marca de pasta que Sofía Loren hizo algo más de una década. El hecho de que una italiana avalase con su presencia una marca de española de pasta, algo tan típico de nuestros vecinos, exaltaba los supuestos beneficios del producto. José Coronado le arrebató el puesto de "vendedor de yogurt" al mismísimo agente 007. No me negarán que es más creíble que el español te invite a disfrutar del lácteo que encontrarte a Pierce Brosnan en el supermercado del barrio.

Hay productos con más glamour que cuentan con estrellas internacionales como Antonio Banderas. Nos referimos a los perfumes y fragancias, a los relojes y las joyas, pero también a los mini reportajes de los grandes almacenes más grandes de nuestro país (y Portugal). A tal efecto han desembarcado por unas horas estrellones como George Clooney, Andy Garcia y Meg Ryan que no han salido de los estudios de rodaje, sin olvidar a nuestra Carmen Maura y otros intérpretes ibéricos. Y tras este punto y seguido podría venir el holgado capítulo de las bebidas alcohólicas, cavas incluidos.

Hay directores que también se apuntan al carro de la publicidad y ahí está por ejemplo Isabel Coixet, que ha dirigido a Emma Suárez, Silke y Leonor Watling en anuncios artículos íntimos femeninos. Y no podemos dejar escapar que los anunciantes también quieren ser actores principales en el cine, participando como figurantes en películas de gran presupuesto. La última versión de La pantera rosa parecía un estante de supermercado, con más de 31 firmas bien visibles, pero no es el único ejemplo. Anímese a contar las marcas de la próxima película, es un ejercicio de agudeza visual (y comercial) muy interesante.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Indiana Jones cumple sus primeros 25 años

12 de junio de 1981: largas colas de jóvenes, y no tan jóvenes, deseosos de aventuras aguardan su entrada al cine. Se proyecta un título más, casi seguro un fiasco más, entre todos los intentos por recuperar un género que está de capa caída.

Ay, agoreros predicadores… En busca del arca perdida supuso una reconciliación total de la industria con las películas de acción (luego llegaría otras como Tras el corazón verde) y, por encima de todo, el nacimiento de un nuevo personaje: Indiana Jones, que desde entonces encarna al aventurero por excelencia.

¿Quién no conoce a Henry Jones Junior? Ese profesor de arqueología al que ha dado vida el actor Harrison Ford y que ya se ha convertido en un mito, una mezcla entre el Errol Flynn romántico y cínico de El burlador de Castilla y el Humphrey Bogart malvado, duro y con barba de tres días de El tesoro de Sierra Madre.

Para Steven Spielberg, director, y George Lucas, creador de la historia, fue difícil encontrar un actor que reuniese esas características. A menos de tres semanas del inicio de rodaje aún no tenían a quien diese vida al personaje, pero dieron en el clavo cuando pensaron en Ford. Él, que firmó sin dudarlo los tres títulos de la saga, ha pasado a la historia del cine por encarnar a dos iconos fundamentales del séptimo arte: el Doctor Jones y Han Solo, en La guerra de las galaxias.

Nadie se atrevería a decir hoy día que muy pocos apostaban por esta cinta que revitalizaría un género que a comienzos de los años 80 estaba de capa caída. Como revulsivo se plantearon en un primer momento esta película como título de serie B, con poco presupuesto y sin más pretensiones que ofrecer dos horas de entretenimiento y diversión.


Paisajes exóticos que les llevaron a rodar en Hawai, Francia, Perú, Túnez y California y un guión trepidante firmado por Lawrence Kasdan, que se cambió en cinco ocasiones, sirvió de base a esta historia donde, por encima de todo, su héroe es un ser humano, normal y corriente, aunque el productor Lucas quería que se enfrentara a peligros de muerte cada diez minutos como máximo.
Sobrevivió a las trampas, las chicas y los malos, buscó el templo maldito (1984) -más oscura al tiempo que más infantil, pero con muchos golpes de humor- y se embarcó en la última cruzada (1989) -que juega con el exotismo y la historia (Hitler, los nazis), para más tarde centrarse en la relación padre-hijo, con Sean Connery como compañero de aventuras.


Desde hace más de una década se anuncia el rodaje de la cuarta entrega con un Ford que en la actualidad tiene 63 años. A lo mejor es algo mayor para coger de nuevo el látigo. La dificultad de dar con la historia adecuada tampoco ha sido una gran ayuda ni el esfuerzo y el tiempo que ha tenido Lucas que dedicar para rodar la segunda saga de Star Wars. El guión lo ha escrito David Koepp (Parque jurásico, Spider-Man), pero de su contenido no ha trascendido ni una línea, sólo que bebe del patrón clásico que se instauró hace un cuarto de siglo. En la producción y distribución, En Busca del Arca Perdida se anunció con el eslogan "vuelve la gran aventura". No se equivocaron.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Un apunte más: os queremos invitar a que naveguéis por la mayor comunidad fan en castellano dedicada a este héroe... www.indianajones.es ¡Gracias chicos!

Yllana, 15 años en escena

El teatro gestual es su razón de ser. Nacieron como compañía en 1991 y nadie les ha regalado nada. En cambio, ellos han defendido su puesto en un panorama dominado por los veteranos Tricicle.

Manteniendo la boca bien cerrada se fueron convirtiendo en una de las formaciones más ruidosas de nuestro país, llevando por equipaje la parodia y la ironía sin caer en lo irreverente y en el mal gusto, lo más fácil si se pretende llegar al público de manera directa y sin pensar en una repercusión más allá de la económica. Fomentando entretenimiento sin insultos están los niños grandes de Yllana: Joe O’Curneen, David Ottone, Raúl Cano, Juan Francisco Ramos, Marcos Ottone y Fidel Fernández.

La vida cotidiana, los transformación de los hábitos sociales y el mundo real con su halo de tragedia son los pozos de los que estos mineros de la risa, del humor negro, extraen sus argumentos para obras como ¡Muu!, Spingo, Splash y Star Trip. Estamos hechos a partir de referencias culturales y ellos encontraron parte de su inspiración en el humor descabellado de los Monthy Pyton (Los mejores sketches...) y en el teatro del absurdo surgido del imaginario de Eugene Ionesco (La cantante calva, su última producción hasta el momento).

Su humor sin palabras ha ido poniendo picas, conquistando públicos tan difíciles como el escocés y el japonés. Tras muchos estudios, son conscientes de que -gestos, risas y onomatopeyas a un lado-, a todos nos hacen gracia las mismas cosas. Incluso con esas, cada espectáculo es diferente: no se trata de meter en una coctelera ingredientes a mansalva, sino de buscar el sabor original, con precisión y mucha constancia. Glub-Glub y 666 conforman un buen y doble ejemplo de cómo hacer las cosas bien. Son dos de sus piezas de repertorio más reconocidas que, a modo de pastel de cumpleaños, se reestrenan en Madrid.

Al frente de su escuela internacional defienden que la risa es un objetivo serio de trabajo. Los seis miembros de Yllana han diversificado sus tareas, sin olvidar a aquellos que, en la sombra, gestionan, promocionan, administran... Cada año organizan el Festival del Humor de la Comunidad de Madrid y aúpan a cómicos como Javier Veiga, el italiano Leo Bassi y el belga Elliot y su Rock Comedy Show. También contratan y colaboran con otros para producciones con la marca Yllana, ahí están por ejemplo espectáculos como Hipo, junto a Sexpeare, y Marionetas del pene, coproducido junto a Fila 7 y Sold Out.

¡Qué lejos quedan las reuniones de aquel grupo de amigos que a finales de los 80 tenían la ocurrente idea de llevar por bandera el humor sin palabras! Ha pasado mucho tiempo, materializado en una decena de espectáculos propios, producciones para otras compañías, talleres, festivales, cortometrajes, anuncios de publicidad... Pero aún hay más: este aniversario es doble porque, si 15 años llevan labrando su particular parcela del humor, algo menos, una década, cumple su idilio con una de las salas más carismáticas del teatro madrileño. El Alfil está gestionado por ellos, es su buque insignia, su laboratorio de experimentos. Allí echan el anclaje de un barco que no se va a pique porque Yllana sabe tripularlo con decisión, a pesar del viento huracanado que a veces, y sólo a veces, ha asustando aunque nunca les ha hecho zozobrar.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

sábado, octubre 07, 2006

"Volver", de Pedro Almodovar, a por el Oscar

La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas deposita en ella todas las esperanzas para traerse a casa el quinto Oscar en la categoría de mejor película en lengua no inglesa.

Volver, el decimosexto largometraje de Pedro Almodóvar puede sumarse así a una lista en la que el manchego también se encuentra: Volver a empezar (José Luis Garci, en 1983), Belle epoque (Fernando Trueba, en 1993), Todo sobre mi madre (en 2000) y Mar adentro (Alejandro Amenábar, en 2005).


Se ha impuesto a las otras dos preseleccionadas, Alatriste, de Agustín Díaz Yanes, y Salvador, de Manuel Huerga, y en los despachos de la productora El Deseo ya han hecho hueco para próximas estatuillas. Almodóvar concurrió por primera vez al Oscar en 1990 con Mujeres al borde de un ataque de nervios. No lo logró, pero diez años después ajustaría cuentas con los de Hollywood: ya tiene dos premios, uno a la mejor película de habla no inglesa por Todo sobre mi madre y otro gracias al guión original de Hable con ella.

¿Y dónde se encontraba nuestro cineasta más internacional cuando en Madrid pronunciaban el título de su película? Precisamente en Los Ángeles, promocionando Volver de cara a su estreno en Estados Unidos, previsto para el 3 de noviembre. Asegura que la respuesta en Europa ha sido muy cálida, que no teme la reacción de los norteamericanos pero seguro que es más relajada. Ha calificado la decisión de sus ex - compañeros académicos de pragmática y acertada, y le damos la razón: ¿se acuerdan de 2003, cuando Los lunes al sol se impuso a Hable con ella y luego no pasó el corte de Hollywood? La película protagonizada por Javier Cámara, Rosario Flores y Leonor Watling se coló en otras categorías.

Desde el Ministerio de Cultura dan casi por seguro el Oscar. Puede que esta vez Carmen Calvo no esté equivocada ya que entre las bazas hay nombre propios como el de Penélope Cruz, que podría perfilarse como aspirante al Oscar a la mejor actriz. Puede ser la tercera cinta con participación de la madrileña que se hace con el galardón que premia a las producciones extranjeras. Su tirón es un gancho, pero también el de que detrás de Volver haya muchos otros elementos favorables como el respaldo de Sony.

De su paso por el Festival de Cannes esta película de mujeres se trajo el primer premio colectivo a todas las actrices (Carmen Maura, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Yohana Cobo, Chus Lampreave) y también el que reconocía al mejor libreto. En el de San Sebastián se le ha entregado el premio Fipresci, otorgado por la Federación Internacional de Críticos de Cine. Las salas de Francia, Gran Bretaña e Italia se llenan para ver esta historia de misterio ambientada en La Mancha profunda y en el Madrid más castizo. Y por si fuera poco, el cineasta recogerá el Príncipe de Asturias de las Artes de manos de don Felipe de Borbón, a quien le cantó el ‘cumpleaños feliz’ en una ceremonia de entrega de los Goya.

Montxo Armendáriz optó el año pasado al premio con Obaba, pero la cinta se quedó en el camino. Veremos si no le ocurre lo mismo a Volver el 23 de enero de 2007, cuando se conozca la lista de cinco finalistas. Sabremos entonces si el acento español suena por partida doble e incluso triple: México ha confiado en El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro, para que represente al país en esta carrera en la que también está Maroa, por Venezuela y con Tristán Ulloa como principal protagonista.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

Otoño cinematográfico de festival en festival

Conocido el palmares de San Sebastián ponemos nuestra mirada en otros festivales que cierran el año en curso: Sitges, Gijón, Valladolid, Sevilla...

Empezamos por el primero de la agenda, el Festival de Sitges, apostillado recientemente como Festival Internacional de Cinema de Catalunya y que cumple 39 años como referente del cine de terror y sangre mezclada con la arena del Mediterráneo. Además de El laberinto del Fauno (Guillermo del Toro), Scoop (Woody Allen) y A scanner darkly (Richard Linklater) con Keanu Reeves y Winona Ryder dibujados, y los homenajes a David Lynch y Alejandro Jodorowsky, su Sección Oficial Fantàstic se presenta atractiva, siempre a priori.

Nacho Cerdà acude con The abandoned, y Elio Quiroga (Fotos) concursa con La hora fría. La caja Kovak, de Daniel Monzón (El corazón del guerrero) y Moscow Zero, de María Lidón ‘Luna’ (Yo, puta) son otras cintas españolas que participan hasta el 15 de octubre en el reducto de la productora Filmax frente al mar.

Algo más al sur, la costa mediterránea también es escenario en otoño de la 27º Mostra de Valencia. Vicente Blasco Ibáñez y su relación con el audiovisual y las cinematografías helena, húngara, francesa y valenciana centran las sesiones del Cinema del Mediterrani que se desarrolla del 19 al 26 de octubre. De manera paralela, del 20 al 28, se celebra en el centro de la península el festival ‘de autor’ más longevo de nuestro país: la 51ª Semana Internacional de Cine de Valladolid, la Seminci, recoge las perlas de otros certámenes del año, como Berlín y Venecia, aunque se convierte en marco ideal para el estreno de cintas españolas menos comerciales. Este año concurren La caja, de Juan Carlos Falcón, El ciclo Dreyer, de Álvaro del Amo, y Mujeres en el parque, de Felipe Vega.

No nos olvidamos del 44º Festival de Gijón, del 23 de noviembre al 1 de diciembre, con especial dedicación a la filmografía de Larry Clark, un despiadado cronista de la actual sociedad norteamericana, como dejó plasmado en Kids, su ópera prima de 1995. El homenaje incluye la proyección de su último trabajo: Wassup Rockers. Y como plato fuerte la sección competitiva Enfants Terribles, con el estreno de 13 largometrajes que ofrecen nuevas miradas sobre el mundo de los niños y los adolescentes.

En la Comunidad de Madrid, donde colea Animadrid, con Pozuelo de Alarcón en plena efervescencia animada, la próxima cita será con el Festival Internacional de Cine Madrid Móstoles, entre el 21 y el 29 de octubre, con propuestas del ámbito nacional e internacional y con una Irresistible Susan Sarandon para su primera jornada. La capital también acoge del 2 al 12 de noviembre el 11ª Festival Internacional de Cine Lésbico y Gay de Madrid, con diversas sedes como la Casa de América, el Mercado de Fuencarral, el Centro Madrileño de Imágenes (Conde Duque) y el Auditorio 1º de Mayo de CC.OO. Para los que crean que sólo existe Chueca.

El cine español se cita del 3 al 11 de noviembre en el Sevilla Festival, certamen 100% europeo que inaugura La flauta mágica, de Kenneth Branagh. Además del homenaje a Juan Diego, último actor con la Concha de Plata de Donosti por Vete de mí, se unen los encuentros con dos cineastas con miradas personales, Julio Medem y Cesc Gay. El vasco no estrenará su Caótica Ana, pero sí su último largometraje documental Uno por ciento, esquizofrenia, codirigido junto a Ione Hernández. Gay, responsable de Krámpack y En la ciudad, presentará Ficción, con Eduard Fernández y Javier Cámara. Del 18 al 25 del mes, a pocos kilómetros de la ciudad hispalense, se desarrollará el 32º Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, que pronto anunciará su programación y ya ha presentado a su homenajeado: Ernesto Alterio.

Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.

martes, octubre 03, 2006

Un nuevo para James Bond para el siglo XXI

Un mismo personaje, veintiún largometrajes con seis rostros diferentes. Daniel Craig, en su primera misión como agente 007, descubre lo que esconde Casino Royale, un título que le sonará a muchos.

El británico desempolva el esmoquin que en su día usaron Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton y Pierce Brosnan. Se lo enfunda y lo adapta al nuevo siglo en la nueva versión de la historia protagonizada en 1967 por David Niven y Peter Sellers.

Dirigida por Martín Campbell (La máscara del zorro), se desarrolla antes de que le concediesen la licencia para matar, pero no quiere decir que estemos ante un agente "de oficina", paradito y poco peligroso: volvemos a las intrigas dominadas por mafias internacionales y ambientadas en lugares de lujo y ensueño, Madagascar y Bahamas, por ejemplo.

Salvando a Bond y a M -la veterana Judy Dench en las cuatro últimas entregas-, la galería de personajes secundarios se quema en cada título: además de la secretaria Moneypenny y el inventor Q, está la amante que nunca falta, en esta ocasión Eva Green (Soñadores, El reino de los cielos). El papel de malo malísimo le corresponde a Mads Mikkelsen, danés que participó junto a Candela Peña y Javier Cámara en Torremolinos 73. Toman el testigo de actores que también pertenecen al universo Bond, como Ursula Andress, Jane Seymour, Sean Bean, Sophie Marceau, Robert Carlyle y Halle Berry y cantantes como Tom Jones, Sheryl Crow, Duran Duran, Tina Turner, Garbage, Madonna y Shirley Bassey, que no salen en pantalla pero promocionan cada título por medio de un video-clip.

El James Bond de Casino Royale bebe de manera directa del espía "al servicio de Su Majestad" creado por Ian Fleming en 1953. Aquella primera novela del escritor de Chitty Chitty Bang Bang precedió a otros once libros y nueve relatos cortos sobre 007 incluidos en las sagas Sólo para tus ojos y Octopussy. Luego se fue creando el mito: que si practico el golf y el polo, que si mi Aston Martín no tiene una sola mota de polvo... y por supuesto, el vodka-martini, agitado, no revuelto.

Al igual que Indiana Jones, otro icono de la segunda mitad del siglo XX, el comandante ha generado suficiente materia prima como para crear documentales y nuevas series de relatos, El Joven Bond entre ellas. Ambos modelos de hombre cuentan con una legión de fanáticos y también son muchos los que buscan paralelismos entre el agente secreto más famoso (con permiso del paródico Superagente 86) y el arqueólogo aventurero con el rostro de Harrison Ford, aunque hay una diferencia numérica aplastante: Bond 21 – Indy 3.

Mientras Spielberg sigue engatusando a los seguidores de Indiana, ya sabemos que se rodará Bond 22, continuación de Casino Royale. Pese a las críticas estará de nuevo el primer actor rubio que le ha dado vida y también el más bajito, con 1,80 de estatura. Le han acusado de "algo blandito" para este papel, además de circular en la Red páginas que cuestionan su valentía y hombría, porque teme a las alturas y rechaza las armas. Chismes a un lado, a Craig (Camino a la perdición, Sylvia, Munich) se le acumulan los estrenos: The visiting, con Nicole Kidman, e Infamous, junto a Sandra Bullock.


Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.