A veces llegas al teatro y, aún sabiendo con lo que te vas a encontrar, recibes agradables sorpresas... Y eso que durante la representación te sueltan más de una bofetada emocional.
Sobre las tablas, dos mujeres con mucha experiencia: Maria José Goyanes pertenece a una de las sagas de intérpretes más notorias de nuestro país; Marta Belaustegui es muy conocida gracias al cine, pero es patente su pasión por el teatro: la compañía que dirige junto a Jesús Salgado, Teatro del Duende, está a punto de cumplir sus primeros quince años de vida y en su haber cuenta con la puesta en escena de textos como La tinaja, de Pirandello, La cabeza del dragón, de Valle Inclán, Roberto Zucco, de Koltés, y Vivir como cerdos, de Arden.
En una charla previa al estreno en el Teatro Galileo, la actriz y productora nos revelaba cómo llegó hasta ellos el texto de la francesa Denise Chalem, ganadora del prestigioso premio Moliere de teatro hace dos años: preparaban la adquisición de derechos de su anterior producción, La comedia del bebé, y les pusieron el texto encima de la mesa, impactándoles tanto que quedaron noqueados. Salgado añade que "con los textos tienes que tener una relación amorosa" y esta función hecha por mujeres y protagonizada por mujeres, presenta un tortuoso aunque rico vis a vis, con temas inherentes a la mujer, pero también al hombre.
La compañía, a la que hay que seguirle el rastro, nos convierte en mirones, nos permite indagar en la realidad de dos mujeres encarceladas que deben decidir si quieren comunicarse o no. Ellas, en su prisión, son libres de entablar un diálogo y así hacer más llevadera su pena, o de tirar cada una por su lado, aunque esto deban hacerlo en menos de 15 metros cuadrados y entre cuatro paredes. "Viven entre secretos y naufragios y de sus conversaciones van saliendo las grandes verdades de la vida", en palabras de Belaustegui.
La actriz da en la clave y responde al hilo de lo que avanzábamos al principio: "en la vida estamos acostumbrados a lanzar juicios de valor con quien podemos relacionarnos, pero el conocimiento de ciertos individuos siempre te depara sorpresas". Todo se refleja en un texto valiente y sincero, traducido del francés por Lourdes Ortiz, y en el que retumba la palabra con la fuerza de la verdad. Un cara a cara repleto de humanismo y sensibilidad, parámetros que se recrean con los mínimos elementos necesarios... Es la magia de la escena, la que transmiten cada noche desde el escenario tres mujeres –no nos olvidamos de Marina Andina- que dan la cara y todo un equipo que disfruta con el trabajo bien hecho.
Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com.
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